Ocho invitados con distinto traje

Análisis de las fortalezas y debilidades de los cuartofinalistas del Mundial

Madrid -
Vista general del estadio Maracaná.WILLIAM WEST (AFP)

Sólo quedan 10 días para que el mítico estadio de Maracaná albergue la final de la Copa del Mundo 64 años después hacerlo por última vez. Seguramente no haya un escenario en el mundo con más carga futbolística que el que se encuentra en Rio de Janeiro, hoy con menos aforo que en 1950, cuando la final del Mundial entre Brasil y Uruguay (1-2) la contemplaron desde las gradas 199.854 personas, récord de asistencia a un partido de fútbol. Tras las obras llevadas a cabo en 2014 por las exigencias que establece la FIFA en materia de seguridad y acondicionamiento de las instalaciones, el aforo del ca...

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Sólo quedan 10 días para que el mítico estadio de Maracaná albergue la final de la Copa del Mundo 64 años después hacerlo por última vez. Seguramente no haya un escenario en el mundo con más carga futbolística que el que se encuentra en Rio de Janeiro, hoy con menos aforo que en 1950, cuando la final del Mundial entre Brasil y Uruguay (1-2) la contemplaron desde las gradas 199.854 personas, récord de asistencia a un partido de fútbol. Tras las obras llevadas a cabo en 2014 por las exigencias que establece la FIFA en materia de seguridad y acondicionamiento de las instalaciones, el aforo del campo brasileño se redujo a 80.000 espectadores, pero el sentimiento sigue siendo gigante.

Ocho selecciones buscan el pase a las semifinales tras superar la fase de grupos y los octavos, y ninguna de ellas ha demostrado hasta el momento una trayectoria rectilínea, sin perturbaciones. En una competición corta, en la que campeón y finalista disputan un total de siete partidos, la intención de la mayoría de los equipos es encontrar la estabilidad a medida que se van superando las primeras eliminatorias. Estos octavos de final han dejado cinco prórrogas, una cifra solo superada por la del Mundial de Italia en 1990 con ocho al final del torneo, y dos encuentros tuvieron que resolverse desde el punto de penalti: Brasil-Chile y Costa Rica-Grecia. En resumen, exceptuando el Colombia-Uruguay (2-0), Francia-Nigeria (2-0) y Holanda-México (2-1), los demás partidos necesitaron del tiempo añadido para resolverse.

Con cuatro encuentros a sus espaldas, así se han comportado hasta el momento los ocho aspirantes al título:

Brasil

Neymar, en un entrenamiento con BrasilMarcelo Sayão (EFE)

La anfitriona, máxima candidata, ha sido criticada y cuestionada desde que inaugurase el Mundial ante Croacia el 12 de julio en São Paulo. Ya en ese partido, que se resolvió con un a priori aseado 3-1, se destaparon las primeras vergüenzas del equipo de Scolari. El penalti pitado por el árbitro japonés del encuentro, Yuichi Nishimura, que vio falta en un contacto cotidiano de Lovren a Fred dentro del área y que supuso el 2-1 para La Canarinha cuando más agobiada se encontraba, lejos de calmar los ánimos, inauguró la lista de reprimendas de la pentacampeona del mundo, que va desde la supuesta ayuda arbitral por tratarse de la organizadora hasta el mal juego desempeñado por sus jugadores.

Brasil es, por virtud de su técnico, un grupo de 10 jugadores más Neymar, que disfruta de un trato especial. Junto a Hulk, Oscar y Fred, el ataque brasileño está plenamente condicionado por el comportamiento del jugador del Barcelona. Con 22 años, es la figura sobre el que gira todo Brasil. En el centro del campo, Luiz Gustavo y Fernandinho o Paulinho, en función de quien ocupe esa plaza, se ocupan de controlar a la media rival, sin mayor indicación ofensiva que librarse del balón cuanto antes. Ahí es donde se encuentra la fuente de la mayoría de sus problemas, en la creación del juego. Defensivamente bien sostenida por una de las parejas de centrales más sólidas de todo el campeonato, Thiago Silva y David Luiz, tiene su principal debilidad en los laterales. Alves y Marcelo tienden a perder la posición y ahí se generan los problemas. En la portería, Julio César, sobre el que se centran las miradas de miles de aficionados, ha demostrado estabilidad y gran concentración en la tanda de penaltis ante Chile.

A favor: el estado de inspiración de Neymar: 4 goles en 4 partidos.

En contra: la incapacidad para mantener el control del balón.

Argentina

Messi, durante un entrenamiento con ArgentinaJUAN MABROMATA (AFP)

Es otra de las selecciones de las que se espera mucho más de lo visto hasta ahora. A pesar de contar todos sus partidos por victorias (4 de 4), y de tener enchufado a Messi, uno de los atractivos principales de este Mundial, (3 goles y una asistencia) el cuadro de Alejandro Sabella no ha demostrado ser un equipo unido, con un argumento común. Del 5-3-2 inicial con el que debutó ante Bosnia, pasó por necesidad a un 4-4-2 que tampoco ha llegado a funcionar del todo. La presencia de Gago y Mascherano en el centro del campo ralentiza la creación de juego, y solo la movilidad de Di María consigue desestabilizar a las defensas rivales. La lesión de Agüero es uno de los contratiempos más preocupantes para Sabella, ya que Higuaín, otro de los delanteros de referencia, o Lavezzi todavía no se han estrenado en el casillero de goleadores.

La defensa es otra de las líneas más comprometidas del equipo. Empezando por su portero, Romero, suplente esta temporada en el Mónaco, y que ante Suiza mostró algunas de sus debilidades. Es, indudablemente, una de las apuestas de Sabella, a quien se le criticó por no convocar a Willy Caballero, meta del Málaga. "Hay momentos límite en los que me tengo que definir y me juego por Romero, Orion y Andújar. Son mis arqueros", dijo en la rueda de prensa en la que dio a conocer la lista de seleccionados. Marcos Rojo ha ocupado el lateral izquierdo en todos los encuentros de La Albiceleste, pero se perderá los cuartos ante Bélgica por acumulación de tarjetas.

A favor: tiene una de las mejores líneas de ataque de la competición, la formada por  Messi, Di María e Higuaín.

En contra: la ausencia de un creador de juego y la vulnerabilidad en defensa.

Alemania

Müller cabecea el balón ante MostefaARMANDO BABANI (EFE)

Eterna candidata al título por historial y calidad, el conjunto de Joachim Löw parecía uno de los equipos más afinados del Mundial cuando goleó a Portugal (4-0) en su primer encuentro. Con un grupo joven pero con jugadores acostumbrados a la alta competición como Kroos, Özil o Müller, Alemania juega sin delantero centro reconocible, con un 4-3-3 muy parecido al que utiliza España, pero con jugadores más veloces. Sin embargo, ante Ghana sufrió con la exigencia física del conjunto africano, ante el que solo pudo arañar un empate gracias a un tanto de Klose. También se lo puso complicado Argelia, que destapó probablemente el que es uno de los pocos puntos débiles del equipo: la lentitud de sus laterales. Boateng, que tras la lesión de Hummels pasó del centro de la defensa a la banda derecha, y Höwedes no destacan por capacidad para competir en carrera, lo que dejaron de manifiesto los argelinos Brahimi y Feghouli.

Sin embargo, contar con un jugador como Müller, que suma ya cuatro goles, solo por detrás de James Rodríguez con cinco, es una garantía. En el debe de Löw está recuperar la mejor versión de Özil, hasta el momento muy apagado, y en conseguir que Götze participe más en la definición de las jugadas. La estabilidad de Neuer en la portería es otra de las facetas que colocan definitivamente a Alemania en la carrera por el título.

A favor: la asimilación del esquema 4-3-3 y la garantía de Neuer en la portería.

En contra: la falta de velocidad en los jugadores más retrasados.

Francia

Los jugadores de Francia celebran un gol ante Nigeria.FABRICE COFFRINI (AFP)

El conjunto de Didier Deschamps parece haber solucionado todos los problemas internos que carcomieron a las anteriores listas de Domenech y Blanc, y ha apostado por un sistema de juego ofensivo, en el que Benzema tiene galones. El delantero del Madrid, que no se ha librado de las críticas en su país, es ahora mismo el jugador más importante de la selección francesa, con la que ha anotado tres goles y ha repartido dos asistencias en cuatro partidos. Valbuena y Pogba son los encargados de generar juego, y Matuidi, el potente medio del PSG, acompaña todas las jugadas de ataque, además de reforzar el medio del campo cuando el equipo pierde la pelota.

Sakho y Varane conforman la pareja de centrales, otra de las líneas determinantes para la construcción de cualquier equipo, y demuestran buena sincronización entre ellos. Ante Alemania tendrán que probar si son capaces de complementarse para anular la movilidad de la línea de ataque rival, que principalmente ejecuta a ras de césped. Será la prueba de toque más importante de Francia en lo que va de Mundial y la que determinará si tras cuatro años de travesía en el desierto, los bleus vuelven postularse al título.

A favor: el buen estado de forma en el que han llegado a Brasil todos sus jugadores.

En contra: no se han enfrentado hasta ahora a una selección de primer nivel.

Robben controla el balón en un entrenamiento con HolandaYASUYOSHI CHIBA (AFP)

Holanda

Líder del grupo B, el conjunto de Louis Van Gaal propinó a España la mayor goleada del Mundial hasta la fecha (5-1), apoyándose en las figuras de Van Persie y Robben, que resultaron un incordio continuo para la defensa española. A pesar de sufrir ante Australia (2-3), frente a Chile, un rival enérgico, demostraron su capacidad de sufrimiento dando la vuelta al marcador en los últimos cuatro minutos del partido. México en los octavos le puso contra las cuerdas, pero de nuevo Robben, esta vez bien secundado por Sneijder, volvió a levantar a Holanda.

Con una base defensiva fundamentada en la defensa del Feyenoord (De Vrij y Martins), Holanda ha demostrado ser un equipo no del todo seguro en la marca, pero con una gran capacidad de sacrificio. Van Gaal, que la próxima temporada entrenará al Manchester United, diseñó una preparación previa muy exigente para sus jugadores y el resultado de ese trabajo se ha visto recompensado sobre el terreno de juego.

A favor: La forma física y experiencia de sus jugadores clave.

En contra: vulnerabilidad en defensa.

Hazard trata de controlar el balón.ADRIAN DENNIS (AFP)

Bélgica

La selección que dirige Marc Wilmots es una de las selecciones más prometedoras de todo el Mundial. Courtois, Hazard, Fellaini, Origi, Lukaku... son nombres que van ganándose un reconocimiento en el panorama futbolístico actual. Si acaso, peca Bélgica de cierta falta de experiencia en lo que al dominio de la posesión se refiere, de ahí que por ejemplo ante Estados Unidos, llegase a sentirse acorralado durante muchas fases del encuentro.

Bélgica juega al son de Hazard, lo que le proporciona una gran capacidad de desequilibrio en ataque. El medio del Chelsea es veloz, potente y dispone de una gran habilidad para rematar a puerta. Junto a él se ha movido en la mayoría de ocasiones Lukaku. Su entrada en la prórroga ante EE UU fue clave para el desenlace del encuentro. No del todo unido a la forma de trabajo de Wilmots, el delantero del Chelsea, que ha jugado cedido esta temporada en el Everton esta campaña, se vale de su potencia y corpulencia para generarse las oportunidades de gol. Sin embargo, le ha salido un competidor inesperado. Origi, de 19 años, ha mostrado muy buenas maneras en ataque, y se ganó la titularidad en el último encuentro. Ante Argentina, Wilmots tendrá que decidirse entre uno de los dos. Ambos, son garantía de peligro.

A favor: tiene a dos de los jóvenes más prometedores del momento: Courtois y Hazard.

En contra: ante Argentina deberá adoptar un sistema más defensivo.

James Rodríguez celebra un gol ante Japón.ERIC GAILLARD (REUTERS)

Colombia

Es la sensación sudamericara del Mundial. Tiene además al máximo goleador de campeonato, James Rodríguez (5 goles) y ha demostrado ser un equipo sin complejos bajo el mando de José Pékerman. Es uno de los pocos equipos que no ha necesitado del tiempo añadido para solventar sus eliminatorias. A pesar de la baja de Falcao en ataque, Jackson Martínez y Teófilo Gutiérrez han cubierto con garantías la ausencia de El Tigre y la irrupción de James Rodríguez ha terminado por solucionar cualquier tipo de problema en ataque.

Colombia tendrá que demostrar su carácter ante Brasil, frente a la que tratará de mantener el balón y demostrar que defensivamente tiene capacidad para amarrar a Neymar. Cuadrado es una de sus principales bazas en la banda derecha, en la que se tratará de aprovechar los huecos que deje el defensa del Madrid en alguna de sus previsibles subidas., El profesor Pékerman ha venido utilizando un 4-4-2 en el que James Rodíguez ha destacado por incorporarse al ataque, modificando el dibujo a un 4-3-3 en la transición ofensiva. En Fortaleza, el viernes,  tendrá lugar uno de los duelos sudamericanos más interesantes del momento.

A favor: el nombre propio del Mundial: James Rodríguez.

En contra: ante Brasil deberá demostrar su capacidad para mantener la concentración defensiva.

Bryan Ruiz felicita a Keylor Navas.Paul Gilham (Getty)

Costa Rica

Las calles de Costa Rica se inundaron de seguidores cuando Keylor Navas detuvo el lanzamiento de Gekas en la tanda de penaltis de octavos ante Grecia. La actuación del portero del Levante, impecable durante todo el Mundial, volvió a resultar definitiva en la carrera contra todos los pronósticos que están llevando a cabo Los Ticos en esta Copa del Mundo. Si ya demostraron su falta de complejos en la fase de grupos, donde derrotaron a dos campeonas del mundo como Italia y Uruguay, y solo cedieron un empate ante Inglaterra en la última jornada, cuando ya contaban con el pase a octavos, ante Grecia volvieron a ser ese equipo alegre, bien ordenado y de gran potencia física en ataque. Ahí es donde ha destacado Joel Campbell, delantero del Arsenal, y sobre todo Bryan Ruiz, que suma dos goles en su cuenta particular.

Jorge Luis Pinto plantea un sistema de 5-3-2, en el que Gamboa y Junior Díaz ejercen de carrileros, lo que le da cierta superioridad en el centro del campo, algo capital para manejar el tiempo de los partidos. Bolaños y Campbell tienen mayor presencia en el área rival, a la que llega con asiduidad Bryan Ruiz desde la medular. Sin embargo, cuando las cosas se tuercen aparece Keylor Navas: seguro por alto, con grandes reflejos bajo palos y buen control del juego aéreo. Es una garantía, y por eso, la alegría se traslada al resto de las líneas del campo.

A favor: la total falta de presión, que entre otros jugadores, le proporciona un portero como Navas.

En contra: su falta de experiencia en fases finales de un Campeonato del Mundo.

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