Un ‘nueve’ lejos del balón

Diego Costa muestra carencias en el juego combinativo y apunta a la suplencia

Diego Costa, en un entrenamiento en CuritibaALEJANDRO RUESGA

Vicente del Bosque no tuvo claro que Diego Costa iría al Mundial hasta que España jugó contra El Salvador el pasado sábado. Empezó a sospecharlo cuando Xabi Alonso le tiró dos bombas al más puro estilo de un quarterback de la NFL, a la espalda de los centrales salvadoreños, y el de Lagarto se tiró a por ellas sin echarse la mano al muslo. Cuando en el minuto 73 le sustituyó por Xavi y el delantero llegó al banquillo con cara de alivio, disipados los fantasmas de los dolores musculares que le habían amargado el final de curso, entendió que la federación podía llamar a Deulofeu y darle vacacione...

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Vicente del Bosque no tuvo claro que Diego Costa iría al Mundial hasta que España jugó contra El Salvador el pasado sábado. Empezó a sospecharlo cuando Xabi Alonso le tiró dos bombas al más puro estilo de un quarterback de la NFL, a la espalda de los centrales salvadoreños, y el de Lagarto se tiró a por ellas sin echarse la mano al muslo. Cuando en el minuto 73 le sustituyó por Xavi y el delantero llegó al banquillo con cara de alivio, disipados los fantasmas de los dolores musculares que le habían amargado el final de curso, entendió que la federación podía llamar a Deulofeu y darle vacaciones definitivamente: Costa estaba para jugar en Brasil.

Terminaron así seis meses de incertidumbres que pasaban por la duda, más que razonable, de que al margen de la lesión, el rojiblanco pudiera haber recibido una llamada de última hora de Scolari, el seleccionador brasileño, por mucha carta que hubiera firmado en su día el futbolista pidiendo que no le convocaran con La Canarinha. Del Bosque tampoco las tenía todas consigo. Pero finalmente, Costa está en Brasil vestido de rojo, ansioso según confiesa de que empiece el campeonato, más integrado al grupo que al juego, más cómodo en las bromas que en las prácticas con el balón, buscando un sitio en un conjunto que tiende a jugar sin un ariete de referencia.

Del Bosque solo tuvo clara la presencia de Costa tras el amistoso del sábado

Lo cierto es que Costa ha mostrado sus carencias en el juego combinativo y ante la Holanda de Van Gaal, que esperará a España con una defensa de cinco, no está claro si Del Bosque preferirá a un hombre que desahogue el centro del ataque y busque el toque antes que convertir el área en un bosque de piernas. Por la cabeza del seleccionador ronda seguramente lo que Miljan Miljanic, entonces su entrenador en el Real Madrid, solía decir a Roberto Martínez, un oriundo argentino del Real Madrid que también hizo carrera en el Espanyol. “Usted, aléjese del balón, de la jugada, y busque el remate”. Roberto Martínez, un delantero espigado, con las medias siempre bajadas y unas piernas kilométricas al que apodaban Pipi Calzas Largas, intentaba participar más del juego, pero la técnica no era su mejor cualidad. Sí el remate y la batalla sin tregua ante la portería rival.

Por ahora, Costa intenta encajar, en el equipo y ante sus paisanos. “Felipâo nunca me llamó”, se excusó Costa ante la cadena O'Globo en la única entrevista personal que ha concedido y que, al parecer, concederá mientras dure el Mundial, según ha advertido al departamento de prensa de la Federación Española. En esa misma charla, dejó muy clara una cosa: “Soy brasileño, siempre seré brasileño y mantengo las costumbres propias de un brasileño, pero quiero ganar el Mundial con España”. Días antes, todavía en Washington, rechazó la idea del diario As de posar con una bandera de España.

Del Bosque, junto a Diego Costa, Iniesta y Javi Martínez.LLUIS GENE (AFP)

“Mis padres están felices de verme con España en el Mundial porque me tienen cerca de casa”, aseguró Costa el martes, cuando compareció al lado de Busquets. “Muchos aquí han entendido mi decisión y me tratan de manera especial”, insiste un hombre casi desconocido para la afición local, hasta el punto de que a Del Bosque se le ha insistido para que explique quién es Diego Costa. “No es de extrañar que en España se le conozca más porque su formación ha sido allí, donde lleva ya varios años jugando. Es un chico con carácter, ayuda mucho al equipo y ha hecho méritos suficientes para estar aquí con nosotros”, dice el seleccionador español.

“A Costa prefiero tenerlo a mi lado en el campo y, especialmente, en la concentración”, asegura el entrenador salmantino. “Teníamos muy buenas referencias y se han confirmado”, sostuvo Busquets. “Yo le conocía. El único problema que podía tener era físico, pero de verdad que le veo bien. En caso contrario, sería el primero en avisar al míster”, agregó.

Costa se ha convertido en inseparable de Sergio Ramos, con el que ha pasado de escupirse a considerse hermanos. Es habitual que al final de los entrenamientos se piquen para ver quién de los dos manda más balones al larguero desde medio campo. Gana siempre Ramos.

Costa lleva 163 minutos jugados con España y aún no ha marcado. “Los goles ya llegarán en el Mundial”, dijo después de que estuviera a punto de anotar contra El Salvador. Lo que no está muy claro es que vaya a ser titular. Se juega el puesto con Torres y Villa, que tiene claro que su compañero en el Atlético puede aportar mucho. “Ha hecho un gran año. Es diferente de todos los que estamos aquí. Tiene muy buen remate y mucha ambición. También un hambre enorme por hacerse un nombre en el fútbol y por ser un futbolista de leyenda”. Palabra del Guaje.

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