Australia, en manos de los veteranos
El grupo de Postecoglou, huérfano de estrellas, depende de un grupo de treintañeros
El sorteo encuadró al equipo australiano en un grupo de los que apagan el ánimo. Le esperan España, el campeón vigente; Holanda, finalista en la edición de la Copa del Mundo de 2010; y Chile, un equipo duro, de colmillo retorcido y pierna fuerte. Frente a eso, el grupo de Ange Postecoglou, que nunca ha superado los octavos de final en la cita mundialista (Alemania 2006), comparece sin estrellas, huérfana de referentes y fiándolo todo a la solidez de un grupo que se clasificó para Brasil 2014 en el último suspiro, con un gol de Joshua Kennedy frente a Irak.
Ya con 34 años, Tim Cahill, qu...
El sorteo encuadró al equipo australiano en un grupo de los que apagan el ánimo. Le esperan España, el campeón vigente; Holanda, finalista en la edición de la Copa del Mundo de 2010; y Chile, un equipo duro, de colmillo retorcido y pierna fuerte. Frente a eso, el grupo de Ange Postecoglou, que nunca ha superado los octavos de final en la cita mundialista (Alemania 2006), comparece sin estrellas, huérfana de referentes y fiándolo todo a la solidez de un grupo que se clasificó para Brasil 2014 en el último suspiro, con un gol de Joshua Kennedy frente a Irak.
Ya con 34 años, Tim Cahill, que fuera estrella del Everton en la Premier, sigue siendo el referente goleador del equipo, aunque milite ya en la Liga estadounidense (Red Bull de Nueva York). Sin los goles de Harry Kewell, Mark Viduka o John Aloisi, los futbolistas australianos que dejaron huella en el viejo continente a principios del siglo XXI, el depósito emocional de la selección depende de Lucas Neill, que con 36 años disputará su tercer Mundial tras jugar el grueso de su carrera en la Premier League (ahora defiende la zamarra del Sidney). Junto a él, otro futbolista con experiencia y kilómetros en las piernas, Brett Holman, de 30 años, intentará emular su actuación de Sudáfrica 2010, donde anotó dos tantos.
Con esos argumentos, queda claro de quién depende Australia para superar un grupo en el que las otras selecciones alinearán constelaciones de estrellas: está en manos de sus veteranos.