Un equipo de campeonato

El Barça Alusport doblega al poderoso Dinamo de Moscú (2-5) y se corona en Europa por segunda vez en tres años

Cristian, portero suplente, cogió una toalla y aireó a Lozano, que reposaba un segundo en el banquillo, en medio de una final con fútbol de muchos quilates, homenaje al sala. Fue un símbolo de compañerismo. La extensión de lo que es este Barça, un equipo de campeonato como demostró en Bakú (Azerbaiyán) al coronarse campeón de la UEFA Futsal ante el Dinamo de Moscú (2-5).

Entendió la dirección deportiva que no se debía retocar la plantilla —solo se fichó a Dyego, llegado en diciembre—, que la remodelación debía esperar. Acertaron; el Barça logró su segundo laurel europeo, después del fes...

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Cristian, portero suplente, cogió una toalla y aireó a Lozano, que reposaba un segundo en el banquillo, en medio de una final con fútbol de muchos quilates, homenaje al sala. Fue un símbolo de compañerismo. La extensión de lo que es este Barça, un equipo de campeonato como demostró en Bakú (Azerbaiyán) al coronarse campeón de la UEFA Futsal ante el Dinamo de Moscú (2-5).

Entendió la dirección deportiva que no se debía retocar la plantilla —solo se fichó a Dyego, llegado en diciembre—, que la remodelación debía esperar. Acertaron; el Barça logró su segundo laurel europeo, después del festejado hace dos años ante el mismo rival. Lo suyo costó, toda vez que en las semifinales batieron al Araz, de Azerbaiyán, en la tanda de penaltis, siempre con Sedano y sus manos de oro como protagonistas.

También apareció el portero en la final (MVP), molinillo difícil de superar para el imperial Tatu, el omnipresente Romulo, el tanque Cirilo y el habilidoso Fernandinho. Las mismas ocasiones tuvo el Barça, pero Aicardo y Lozano tenían la mirilla desviada. Hasta que se adelantó el Dinamo y el Barça replicó con fiereza.

Acertaron Gabriel y Dyego desde lejos, Fernandão solventó una contra en la prórroga y, ya al final, cuando el Dinamo realizó los ataques de cinco jugadores, Lozano y Sedano sellaron desde su propia área el triunfo definitivo, su recuerdo —como explicó el capitán Torras antes de levantar el trofeo— para Tito Vilanova.

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