Alves, para la bueno y lo malo

El lateral brasileño del Barcelona cumple en ataque, pero flojea en defensa y se ha encarado a la grada

Dani Alves, durante un reciente entrenamiento.Albert Gea (Reuters)

Cuando Dani Alves fichó por el Barcelona en verano de 2008, Pep Guardiola, entonces entrenador, lo valoró como “un jugador muy grande para un grupo muy grande”. El brasileño, que en Liga se ha calzado la camiseta azulgrana en 177 ocasiones, es siempre un punto clave en el juego ofensivo del Barça por el ala derecha. A veces más extremo que lateral, Alves compensa en ataque sus puntuales deslices defensivos, bien sea combinando con Messi, Pedro o Alexis, y ahora también con Neymar.

“Los laterales tienen una participación especial en el juego ofensivo del equipo. A veces, se trata de tene...

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Cuando Dani Alves fichó por el Barcelona en verano de 2008, Pep Guardiola, entonces entrenador, lo valoró como “un jugador muy grande para un grupo muy grande”. El brasileño, que en Liga se ha calzado la camiseta azulgrana en 177 ocasiones, es siempre un punto clave en el juego ofensivo del Barça por el ala derecha. A veces más extremo que lateral, Alves compensa en ataque sus puntuales deslices defensivos, bien sea combinando con Messi, Pedro o Alexis, y ahora también con Neymar.

“Los laterales tienen una participación especial en el juego ofensivo del equipo. A veces, se trata de tener el equilibrio necesario para que puedan subir con tranquilidad y el equipo no se resienta”, explica Gerardo Martino, el actual entrenador. Con los cuatro bajitos sobre el césped (Iniesta, Cesc, Xavi y Messi), la tenencia del cuero es una garantía. Sin embargo, el Barça necesita estirar el campo. “Cuando hay un extremo que tiene características de volante, lo más lógico es que la profundidad la brinde el lateral. Contra el Manchester City pudimos aprovechar primero el dos contra uno de Dani con Alexis, y después el de Dani con Neymar”, afirma el técnico rosarino. Y así, en una asociación entre los dos brasileños por la orilla derecha, cayó la segunda diana del Barça en el Etihad Stadium, tercer gol del lateral este curso.

El brasileño nunca pasa desapercibido. Tampoco en sus polémicas celebraciones bailando

“A principio de temporada, a Alves le costó un poco más, sufrió los momentos en que el equipo no estaba tan fino. Pero ahora vuelve a ser el jugador que esperamos todos”, asegura Sergi Barjuán, lateral izquierdo del Barça entre 1993 y 2002. “Quizás Dani no está como antes. A la hora de bajar a defender le está costando. Se suma muy bien al ataque, pero los rivales le pueden pillar un poco la espalda. Aunque sigue siendo un lateral muy bueno para el Barça”, tercia Andoni Goikoetxea, que recorrió la banda derecha del Camp Nou de 1990 a 1994. “Cruyff siempre decía: ‘Un jugador de fútbol puede tener dos o tres errores no forzados’. Alves es un grandísimo jugador pero debería cuidar el pase y el error no forzado”, suma Julio Alberto, defensa del Barça en la década de los ochenta. Y de nuevo tercia Sergi: “Para el lateral del Barça el ataque es fundamental; si no, no sirves. Y eso Alves lo cumple”.

El brasileño, tan osado con el balón en los pies como delante de un micrófono, acostumbra a dar un paso al frente cuando considera que la circunstancia se lo pide. “Me da igual, no me cuesta nada. Fui criado así: ante todo hay que ser honesto, da igual lo que piensen los demás”, dice Alves, que reprochó a la hinchada azulgrana no llenar el estadio. “Los aficionados que no vienen al Camp Nou no deben ser tan culés como dicen. A veces parece que juguemos en campo contrario”, lamentó el exjugador del Sevilla, aunque luego dio marcha atrás: “Solo quiero que todos los culés sepan que estamos solo nosotros y ellos, y si no estamos juntos no volveremos a disfrutar de los objetivos. Es cosa de todos”.

Alves nunca pasa desapercibido. Ni cuando brota en ataque ni cuando desaparece en defensa; ni a la hora de tomar la palabra ni en sus celebraciones. Como la semana pasada, en aquel sugerente baile que se marcó junto a Neymar contra el Rayo, o en el choque contra el City en Champions, después de anotar el 0-2.

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