Josean Querejeta, presidente del BaskoniaL. RICO

Josean Querejeta, guipuzcoano de 56 años, cumple 25 como presidente del Baskonia Laboral Kutxa el próximo 28 de octubre. Es también una de las voces más significadas de la Asociación de Clubes (ACB) y de la Euroliga, además de haberse hecho cargo del Alavés en 2011. En plena crisis económica e institucional, aboga por la necesidad de cerrar las ligas de baloncesto y mejorar el espectáculo.

Pregunta. El Baskonia ha tenido que reducir su presupuesto y ha perdido a jugadores importantes como Lampe y Nemanja Bjelica. ¿Es imposible competir con el Real Madrid y el Barcelona?...

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Josean Querejeta, guipuzcoano de 56 años, cumple 25 como presidente del Baskonia Laboral Kutxa el próximo 28 de octubre. Es también una de las voces más significadas de la Asociación de Clubes (ACB) y de la Euroliga, además de haberse hecho cargo del Alavés en 2011. En plena crisis económica e institucional, aboga por la necesidad de cerrar las ligas de baloncesto y mejorar el espectáculo.

Pregunta. El Baskonia ha tenido que reducir su presupuesto y ha perdido a jugadores importantes como Lampe y Nemanja Bjelica. ¿Es imposible competir con el Real Madrid y el Barcelona?

Respuesta. Lo hemos hecho a lo largo de los últimos 15 años. Pese a las diferencias, somos, junto al Barcelona, el equipo que ha obtenido más títulos en los últimos años. Pero la situación económica global nos lleva a reducir de forma importante el presupuesto y eso hace que la diferencia sea cada vez mayor. Es complicado competir con equipos que nos triplican el presupuesto. La diferencia es de 20 millones y respecto a algunos clubes europeos tal vez sea mayor. Pero no vamos a perder la ambición. La economía es importante, pero no lo es todo.

P. ¿Cuál fue el mayor presupuesto del club y cuál es el actual?

R. El último año de Splitter (2009-2010) fue de 17,5 millones. Ahora es de 11,5. Somos el equipo que más dinero genera, al margen de los que cuentan con aportaciones de mecenas o del fútbol. Tenemos que seguir esa línea.

P. ¿Cómo lo consiguen?

R. El año pasado, con un pabellón de 15.500 espectadores, fuimos, con una media de 12.000, el segundo que más asistencia registró en la Euroliga, solo por detrás del Zalgiris. Y en la ACB fuimos los primeros con una media de 11.000. La apuesta por la ampliación del pabellón fue muy positiva. La inversión fue de 30 millones y hoy en día un pabellón nuevo cuesta 100 millones. En el deporte profesional siempre hay ciclos y el nuestro, ahora, pasa por una disminución del presupuesto y construir un proyecto en base a jugadores jóvenes y de futuro.

P. ¿Cuántos socios tienen?

R. Unos 9.000, aproximadamente los mismos que el Alavés. En una ciudad de 230.000 habitantes hay más de 18.000 socios sumando fútbol y baloncesto y solo 300 lo son de ambos equipos.

P. Este verano dijo que sin más ayudas de instituciones y patrocinadores no podrían competir.

R. No dije eso. Nunca he pedido más ayudas. Lo que dije que, en una ciudad pequeña como esta, o apoyamos todos el proyecto y hay una buena gestión o es imposible competir con ciudades de millones de habitantes como Moscú, Estambul, Madrid o Barcelona. Su capacidad para generar recursos es infinitamente superior.

P. ¿Por dónde pasa el futuro?

R. Por una Euroliga muy fuerte; por la generación de recursos, con más derechos de televisión y más patrocinios. Y eso pasa por tener buenos partidos y una buena competición. Es lo que demandan los aficionados y los patrocinadores, que podamos ver a todos los mejores equipos europeos.

Panorámica del Buesa ArenaDIARIO AS

P. ¿Cerraría las ligas?

R. Sí, con ciertas condiciones, pero no solo la Euroliga, también la ACB. El éxito deportivo nunca es garantía de futuro y debe estar acompañado por el éxito económico. Para desarrollar un trabajo se necesita tiempo y si no tienes problema de descenso ese trabajo se puede realizar con más estabilidad, con un proyecto a medio plazo, marcando unos objetivos, que deben pasar por un control económico, unos mínimos de presupuesto, una plantilla que compita y una infraestructura. Por evitar el descenso muchos equipos caen en el desastre económico.

P. La mayoría de clubes ACB han reducido sus presupuestos.

R. La situación económica global y de la ACB es muy dura. Se han caído muchos patrocinios, los derechos de televisión… y eso nos tiene que llevar a hacer una reflexión profunda. Solo podemos crecer si tenemos un nivel de buenos partidos y en eso tenemos un déficit. Es necesaria una refundación, sin duda. Durante 30 años ha sido la mejor competición europea, un modelo de gestión, pero estamos en un sector con una crisis muy importante.

P. La NBA les está haciendo mucho daño y el Baskonia lo ha sufrido especialmente en sus carnes (Scola, Nocioni, Splitter, Calderón, Prigioni, Teletovic, Macijauskas…)

R. Cada vez son más los europeos que se van a la NBA. Eso hace mucho daño a las competiciones de aquí. Hay que reconocer que la capacidad económica y las posibilidades de crecimiento en lo deportivo hacen que los jugadores prefieran irse allí. Lo que no es tan entendible es que se vayan jugadores que no están formados y que se quedan a medio camino.

P. La destitución del director general de la ACB, Albert Agustí, ha sido traumática.

R. No creo que el cese o no de un director general sea relevante. En las empresas constantemente estamos viendo que hay cambios de directivos porque los dueños creen que es lo mejor.

P. ¿Cuesta encontrar un alto ejecutivo que lleve a término esas ideas de las que me habla?

R. Sí, y mucho más en el escenario actual de dificultades económicas y en el que todos hemos caído en un excesivo individualismo. El perfil del director general tiene que ser de alguien que, teniendo una formación clara en aspectos de gestión, tiene que conocer nuestro deporte y la situación. Debe tomar medidas que nos saquen de la situación actual, además de tener un perfil político y buenas conexiones. Estamos muy necesitados de un liderazgo muy fuerte. Competimos entre nosotros y eso crea muchas tensiones.

P. ¿Es posible que Vitoria sea la sede una Final Four?

R. No es que sea posible, es obligatorio, por la trayectoria de esta ciudad en el baloncesto y en la Copa de Europa. No hay que olvidar que nuestra apuesta por la Euroliga significó que nos quedamos sin una Final Four que ya nos había sido concedida por la FIBA. Nuestra candidatura es permanente.

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