“Tengo ilusión por seguir jugando con los jóvenes”

Tras romperse la tibia esquiando, Miguel Ángel Jiménez ultima se recuperación

Jiménez, al inaugura su escuela en Torremolinos.TONI DORO

Un accidente de esquí, en diciembre en Sierra Nevada, le ha obligado a cambiar el palo de golf por un bastón de madera, pero Miguel Ángel Jiménez sigue con la misma energía recién cumplidos los 49 años. Este lunes recibió el Premio al Mérito Golfístico de la Fundación Síndrome de West y, con chaqueta de cuero, gafas de sol y el puro a medio terminar, aseguró que todavía le queda cuerda: “Yo tenía que estar compitiendo ahora. Con Tiger, con Sergio García, yo debería es...

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Un accidente de esquí, en diciembre en Sierra Nevada, le ha obligado a cambiar el palo de golf por un bastón de madera, pero Miguel Ángel Jiménez sigue con la misma energía recién cumplidos los 49 años. Este lunes recibió el Premio al Mérito Golfístico de la Fundación Síndrome de West y, con chaqueta de cuero, gafas de sol y el puro a medio terminar, aseguró que todavía le queda cuerda: “Yo tenía que estar compitiendo ahora. Con Tiger, con Sergio García, yo debería estar con ellos. Me da envidia, pero volveré a jugar. La lesión me cogió en un buen momento. Ahora sufro un parón y a los 49 te dicen que cuándo echamos al abuelo. Los jóvenes vienen dando patadas. Yo tengo ilusión por seguir jugando con ellos, no el circuito sénior. He visto salir a muchos jugadores, he estado en tres generaciones distintas, y aún me gustaría ver otra más. Yo siempre tengo ilusión”.

Mientras se recupera de una fractura de la tibia derecha, el Pisha ha inaugurado una escuela de golf en Torremolinos. A finales del año pasado se convirtió en el ganador más veterano del circuito europeo, con 48 años y 10 meses, y 12 de sus 19 títulos los ha ganado pasados los 40. Ahora se perderá el Masters de Augusta, del 11 al 14 de abril, después de 22 grandes seguidos, y espera reaparecer la semana siguiente, en el Open de España en El Saler (Valencia). El médico, eso sí, ya le ha tenido que reprender por andar sin muletas.

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