Auckland, Buenos Aires, Acapulco y ahora Hertogenbosch. La cosecha de títulos para David Ferrer está siendo fructífera en este curso. El español conquistó el torneo holandés tras imponerse con claridad (6-3 y 6-4) al alemán Philipp Petzschner en la final y confirma así sus buenas sensaciones sobre la hierba antes de que arranque, el próximo lunes, el tercer Grand Slam del año en Wimbledon.
Ferrer, que ya ganó este torneo en 2008, precisó de setenta minutos para resolver su compromiso frente a Petzschner, número 145 del ranking mundial y al que nunca se había enfrentado en el ci...
Auckland, Buenos Aires, Acapulco y ahora Hertogenbosch. La cosecha de títulos para David Ferrer está siendo fructífera en este curso. El español conquistó el torneo holandés tras imponerse con claridad (6-3 y 6-4) al alemán Philipp Petzschner en la final y confirma así sus buenas sensaciones sobre la hierba antes de que arranque, el próximo lunes, el tercer Grand Slam del año en Wimbledon.
Ferrer, que ya ganó este torneo en 2008, precisó de setenta minutos para resolver su compromiso frente a Petzschner, número 145 del ranking mundial y al que nunca se había enfrentado en el circuito de la ATP. El alicantino inició con fuerza el partido, apuntándose un 3-0 inicial que noqueó a su rival, al que de nada le sirvió convertir el único punto de break que disfrutó en el partido. Se apuntó Ferrer la primera manga y Petzschner elevó su nivel después, en el segundo set, pero Ferrer le rompió el servicio en el tercer juego y certificó su victoria, la decimoquinta de su carrera, enmarcada en un una magnífica temporada para él.
Rubricó Ferrer, por tanto, su cuarto triunfo del año en las cinco finales que ha disputado. No le fue nada mal en las cuatro anteriores, saldadas con tres victorias (Auckland, Buenos Aires, Acapulco) y una sola derrota. Fue en el Godó, ante Rafa Nadal.