LeBron se viste de Jordan en el Boston Garden

La apabullante demostración de la estrella de los Heat con 45 puntos y 15 rebotes decide (79-98) y envía la final del Este al séptimo partido en Miami

El jugador LeBron James gesticula durante el encuentro. E. A. (AP)

O ganaba, o volvía a fracasar. Y LeBron James ganó, ganaron los Heat de Miami en Boston, a lo grande, con un marcador elocuente: 79-98. Él se encargó de esculpirlo con un alarde solo al alcance de los elegidos: 45 puntos, 15 puntos, 5 asistencias, con 19 canastas de 26 intentos incluidos dos triples y además de 5 de 9 en tiros libres.

A sus 27 años y en su novena temporada en la NBA, LeBron James es un personaje singular: o se le od...

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O ganaba, o volvía a fracasar. Y LeBron James ganó, ganaron los Heat de Miami en Boston, a lo grande, con un marcador elocuente: 79-98. Él se encargó de esculpirlo con un alarde solo al alcance de los elegidos: 45 puntos, 15 puntos, 5 asistencias, con 19 canastas de 26 intentos incluidos dos triples y además de 5 de 9 en tiros libres.

A sus 27 años y en su novena temporada en la NBA, LeBron James es un personaje singular: o se le odia o se le adora. Sus detractores dan por supuesto que cada año que pasa y no gana el anillo supone el mayor fracaso de todos los fracasos. Esa es la penitencia de un jugador predestinado a ganar o a ser carne de cañón. Así lo vive desde que era un adolescente por culpa de la fama, de sus ingresos, de su tremendo potencial físico y técnico y, sí, también porque muchas veces él mismo ha sido el primero en señalarse como El Elegido y en dar pábulo a su imagen elitista y arrogante. En esas andaba una vez más cuando afrontó al frente de los Heat de Miami el sexto partido de la final del Este en el majestuoso Boston Garden, la cancha de la NBA más áspera y temible para los visitantes, en una situación, además extrema para él y para su equipo. Por eso, su alarde en todas las facetas del juego tiene, si cabe, mayor valor. Se le puede mirar a través de cualquier filtro, pero no hay duda ninguna de que es un atleta superdotado, único, un jugador excepcional.

BOSTON, 79 - MIAMI, 98

Boston Celtics: Rondo (21), R. Allen (10), Pierce (9), Bass (12), Garnett (12) –equipo inicial-; Stiemsma (0), Pietrus (2), Dooling (0), Daniels (8), Hollins (2), Pavlovic (0), S. Williams (0) y Moore (3).

Miami Heat: Chalmers (9), Wade (17), Battier (8), LeBron James (45), Haslem (6) –equipo inicial-; Bosh (7), Miller (0), Cole (2), J. Jones (2), Anthony (0), Howard (2) y Turiaf (0).

Parciales: 16-26, 26-29, 19-19 y 18-24.

TD Garden de Boston. 18.624 espectadores.

FINAL DEL OESTE

San Antonio-Oklahoma 6º 99-107 (2-4)

Oklahoma disputará la final de la NBA

FINAL DEL ESTE

Miami-Boston 6º 98-79 (3-3) 7º Domingo (2.30)

La final se resolverá en la madrugada del sábado al domingo, a las 2.30 hora española (Canal+). Los Celtics perdieron una magnífica ocasión para volver a una final que ganaron en 2008 y que perdieron en 2010, siempre con los Lakers como oponente. La culpa la tuvo, sobre todo, LeBron James que se vistió de Michael Jordan, que se convirtió en el primer jugador en combinar esos números asombrosos desde que, hace 48 años, Wilt Chamberlain consiguió 50 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias.

La demostración de LeBron apenas dejó resquicio para el debate y para otros protagonistas. Y eso que Rajon Rondo lo intentó todo y concluyó con 21 puntos y 10 asistencias. Pero Lebron destrozó a su marcador, en principio Pierce, que solo sumó 9 puntos, con una nefasta serie de 4 de 18 y 6 triples fallados que engrosaron en lamentable balance de los Celtics desde la distancia con un solo triple en sus 14 intentos.

Los Heat, de la mano de LeBron que ya se fue al descanso con 30 puntos en su cuenta, abrieron brecha muy pronto y no permitieron que los Celtics redujeran su desventaja por debajo de los 10 puntos; al contrario, la mayor parte del tiempo rondó los 20 y llegó a ser hasta de 25. Lógicamente los Celtics trataron de frenar a LeBron de todas las maneras posibles, con dobles marcajes, le asignaron a Pietrus, a Bass, pero no encontraron la forma de atarlo en corto. Aunque su producción descendió en la segunda parte, apareció entonces Wade, muy apagado al principio y autor finalmente de 17 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias y, en menor medida, del resto de sus compañeros, incluido Boss que jugó su segundo partido, esta vez 28 minutos, para sumar 7 puntos y 6 rebotes, después de su larga ausencia por una lesión en los músculos abdominales.

Los Celtics, ampliamente superados en el rebote, desacertados en el tiro a larga distancia, y aportaciones discretas, además de Pierce, de Allen, con 10 puntos, y de Garnett, con 12 puntos y 5 rebotes, capitularon sin poder plantear excesiva batalla. El duelo, el rival de los Thunder de Oklahoma en la última lucha por el anillo, se decidirá en Miami.

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