El hijo del soldado americano

El controvertido Jones ha competido con las selecciones estadounidense y alemana

Jones pelea por el balón en un partido del Schalke.PATRIK STOLLARZ (AFP)

Jermaine Jones es un tipo controvertido que ha jugado en varios equipos alemanes y en dos selecciones nacionales, la alemana y la estadounidense. Jones (31 años) nació y creció en uno de los barrios deprimidos de Francfort, donde vivió con su madre (después de unos años en EE UU) que se había separado de su marido, un soldado americano establecido en las bases alemanas. Hoy es una pieza clave en el Schalke, pero no es un tipo fácil de llevar. Un tanto extravagante en el aspecto, hace unos años anunciaba un tipo nada convencional, de esos hechos a sí mismos en lo bueno y en lo malo.

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Jermaine Jones es un tipo controvertido que ha jugado en varios equipos alemanes y en dos selecciones nacionales, la alemana y la estadounidense. Jones (31 años) nació y creció en uno de los barrios deprimidos de Francfort, donde vivió con su madre (después de unos años en EE UU) que se había separado de su marido, un soldado americano establecido en las bases alemanas. Hoy es una pieza clave en el Schalke, pero no es un tipo fácil de llevar. Un tanto extravagante en el aspecto, hace unos años anunciaba un tipo nada convencional, de esos hechos a sí mismos en lo bueno y en lo malo.

Su calidad futbolística le llevó al Eintracht y a las categorías inferiores de la selección alemana. El 9 de noviembre de 2007 el destino decidió por él un aspecto de su futuro futbolístico. Alemania le convocó para dos partidos de la fase clasificatoria de la Eurocopa de 2008, contra Gales y Chipre, pero tuvo que desconvocarle porque el Schalke jugaba el día 10 un partido contra el Hamburgo.

Al año siguiente debutó en un amistoso contra Austria. Y luego disputó otros dos amistosos más. De haber jugado aquellos partidos oficiales, Jones no hubiera podido tomar la decisión que adoptó cuando pidió jugar con la selección estadounidense y renunciar a la alemana. La FIFA se lo autorizó porque no había jugado ningún partido oficial con el equipo de su país. Las razones de tal decisión se desconocen. Él argumentó después que Alemania era un país racista y luego se desdijo acusando al mensajero, un periodista estadounidense. También sorprendió cuando se le preguntó si había gais en la Bundesliga y respondió: “Espero que no”.

En el Schalke 04 se ha convertido en una pieza clave del centro del campo donde impone su envergadura (183 centímetros), muy propia de los centrocampistas alemanes. El controvertido hijo del soldado americano parece ahora un futbolista indiscutible e indiscutido.

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