‘El loco’ y el cuerdo

Nadal busca hoy los cuartos ante el impredecible Dolgopolov y Federer tumba al cerebral Raonic, dos firmes promesas

Rafael Nadal devuelve la bola a su compatriota Marcel GranollersPaul Buck (EFE)

“Es un jugador que está loco. Puedes esperar cualquier cosa de él”, dice Rafael Nadal nada más deshacerse 6-1 y 6-4 en tercera ronda de Marcel Granollers, al que avisa de lo que le espera con un arranque inmisericorde: gana ocho de los primeros nueve juegos. El ucraniano Aleksander Dolgopolov, el número 21, es ese jugador impredecible que separa esta noche al mallorquín de los cuartos de final. “Puede jugar agresivo, puede jugar muy rápido, tiene un buen saque… tengo que golpear muy largo para hacerle tirar desde posiciones más difíciles. Puede producir un ganador desde cualquier lugar de la p...

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“Es un jugador que está loco. Puedes esperar cualquier cosa de él”, dice Rafael Nadal nada más deshacerse 6-1 y 6-4 en tercera ronda de Marcel Granollers, al que avisa de lo que le espera con un arranque inmisericorde: gana ocho de los primeros nueve juegos. El ucraniano Aleksander Dolgopolov, el número 21, es ese jugador impredecible que separa esta noche al mallorquín de los cuartos de final. “Puede jugar agresivo, puede jugar muy rápido, tiene un buen saque… tengo que golpear muy largo para hacerle tirar desde posiciones más difíciles. Puede producir un ganador desde cualquier lugar de la pista”.

El mejor resultado de Dolgopolov en los grandes escenarios son los cuartos del Abierto de Australia 2011. Sin embargo, su aire aniñado combinado con un tenis intuitivo, sin patrón ni dique que le contengan, le han convertido en uno de los favoritos de los aficionados. El padre del tenista entrenó a Andriy Medvedev, exnúmero cuatro. Amamantado desde siempre en la alta competición, Dolgopolov ha perdido los dos duelos que le han enfrentado a Nadal, uno que no tiene su mano, uno que no tiene ese fantástica muñeca, y uno al que no le sentó nada bien que le tiraran una dejada tras otra, incluso al resto, durante su primer encuentro (Madrid 2010).

A sus 23 años, el ucraniano es un purasangre desbocado. Todo lo contrario que uno de sus compañeros entre las promesas llamadas a renovar el circuito, el canadiense Milos Raonic, quien, a los 21 y entrenado por Galo Blanco, le hizo sudar tinta china en tercera ronda al suizo Roger Federer (6-7, 6-2 y 6-4), que se cruzará esta madrugada en octavos con el brasileño Bellucci. “Todo se decidió por un puñado de jugadas mal ejecutadas. En ellas elegí el tiro equivocado, y eso hizo la diferencia. Con experiencia, espero poder corregir eso”, explicó el número 27, frío y cerebral como siempre en la derrota.

“Supongo que mi experiencia me ayudó a mantener la calma y esperar a que escampara la tormenta”, comentó el suizo, que debió salvar tres bolas de break, que lleva once victorias seguidas y que se ha impuesto en 35 de sus últimos 37 partidos. “De haber sido más joven, quizás habría sentido pánico al verle golpear aces (10) a la derecha y a la izquierda, haciéndome sentir incómodo… pero he competido tantas veces contra algunos de los mejores sacadores de todos los tiempos que sabía que eso no ocurriría”.

Por otra parte, también en tercera ronda, David Ferrer se inclinó 4-6 y 3-6 ante el uzbeco Denis Istomin, lo mismo que Fernando Verdasco 2-6 y 6-7 ante el argentino Juan Martín Del Potro tras desaprovechar seis bolas de set para estirar el partido hasta la tercera manga.

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