CICLISMO

Valverde, en el golpe bueno

El inglés Wiggins, nuevo líder tras una movida segunda etapa ganada por el belga Boonen

Boonen resiste el asalto de Rojas, a su izquierda, y Degenkolb.GUILLAUME HORCAJUELO (EFE)

En la vieja Orléans, donde la Pucela, Alejandro Valverde vio la curva cerrada a izquierdas a 500 metros, vio el suelo mojado, calculó lo que quedaba aún de París-Niza y decidió no arriesgar. Quizás, aunque lo hubiera intentado, tampoco habría ganado la etapa pero unos segundos de bonificación (10, 6 y 4 a los tres primeros) habrían sido el colofón perfecto para un día casi perfecto: un corte tras el avituallamiento, a 90 kilómetros de la meta, dejó por delante a casi todos los favoritos (Wiggins, Leipheimer, Van Garderen) en un grupo de 21; por detrás, descolgados (llegaron a más de dos minuto...

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En la vieja Orléans, donde la Pucela, Alejandro Valverde vio la curva cerrada a izquierdas a 500 metros, vio el suelo mojado, calculó lo que quedaba aún de París-Niza y decidió no arriesgar. Quizás, aunque lo hubiera intentado, tampoco habría ganado la etapa pero unos segundos de bonificación (10, 6 y 4 a los tres primeros) habrían sido el colofón perfecto para un día casi perfecto: un corte tras el avituallamiento, a 90 kilómetros de la meta, dejó por delante a casi todos los favoritos (Wiggins, Leipheimer, Van Garderen) en un grupo de 21; por detrás, descolgados (llegaron a más de dos minutos), el líder del primer día, Larsson, el ganador de 2011, Tony Martin, y algunos favoritos más: los Schlecks (Andy se ha retirado por una gastroenteritis), Menchov, Luis León, Anton, Coppel, Cunego, Basso…

 “El corte se hizo donde sabíamos que se iba a hacer, en el único lugar posible”, dice José Luis Arrieta, al volante del Movistar, el equipo de Valverde. “Después de un puerto de tercera llegamos a una zona descubierta, con mucho aire de lado, donde se preparó el terreno; después, una curva, avituallamiento y viento a favor. Allí nuestro equipo perfecto, delante, y Valverde muy atento: el que tenía que estar estaba”.

 Había gente muy rápida allí, en el grupo que llegó con ventaja: estaba el viejo Boonen, quien, efectivamente, bien lanzado por Chavanel, muy fuerte, ganó: es la 100ª victoria en la carrera del campeón mundial de Madrid 2005, quien parece haber recuperado el pulso tras tres años de malestar. Estaba el joven Degenkolb (3º); estaba también el valiente Rojas, el amigo, paisano y compañero de Valverde, que acabó segundo… Valverde iba delante, claro, y también Wiggins, que muestra ya en marzo una pedalada limpia y fluida, y es el nuevo líder: tan fuerte está que incluso le ganó un sprint intermedio a Valverde, un segundo de diferencia más, y son 30s entre ambos. “Los segundos son segundos”, dice Arrieta. “Pero hemos salvado el día más peligroso y aclarado mucho la clasificación. Ahora los días que vienen [Vassivière, Rodez, Mende, Sisteron, Tourrettes, Èze) son más favorables”. En ellos, días propicios a su estilo más explosivo, killer, que al modo regular de Wiggins y Leipheimer, confía Valverde para ganar, después de dos segundos puestos (2005 y 2010) su primera París-Niza.

Clasificaciones

Segunda etapa (Mantes-Orléans, 185,5km). 1. Boonen (Omega), 4h 22m 15s. 2. Rojas (Movistar), mt. 3. Degenkolb (Project 1T4I), mt. 6. Vicioso (Katusha (mt.), 8. Valverde (Movistar), mt. 11. Wiggins (Sky), mt. 12. Van Garderen (BMC), mt. 15. Leipheimer (Omega), mt. 26. Menchov (Katusha), a 2m 29s. 70. Fränk Schleck (RadioShack), a 2m 29s. 112. Basso (Liquigas), a 10m 58s. 147. Anton (Euskaltel), a 10m 58s.

General. 1. Wiggins, 4h 33m 32s. 2. Leipheimer, a 6s. 4. Van Garderen, a 11s. 11. Valverde, a 30s.

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