Ricky y Marc, grandes en la derrota

La NBA tiene estas cosas, una admiración y un concepto tan elevado de los grandes jugadores y de sus buenas actuaciones, que ni siquiera las derrotas empañan del todo sus gestas. Ningún esfuerzo resulta baldío. Es algo que dignifica esta elitista competición. Por eso, ni el público ni los comentaristas de televisión escatimaron elogios ni a Ricky Rubio, brillante pese a la derrota de Minnesota ante Chicago, ni a Marc Gasol, colosal en la de Memphis ante Oklahoma (95-100).

Los Wolves lograron darle vida a un partido ante un rival destinado de nuevo a luchar por el anillo y que parecía de...

La NBA tiene estas cosas, una admiración y un concepto tan elevado de los grandes jugadores y de sus buenas actuaciones, que ni siquiera las derrotas empañan del todo sus gestas. Ningún esfuerzo resulta baldío. Es algo que dignifica esta elitista competición. Por eso, ni el público ni los comentaristas de televisión escatimaron elogios ni a Ricky Rubio, brillante pese a la derrota de Minnesota ante Chicago, ni a Marc Gasol, colosal en la de Memphis ante Oklahoma (95-100).

Los Wolves lograron darle vida a un partido ante un rival destinado de nuevo a luchar por el anillo y que parecía decidido a propinarles una tremenda paliza. Iban camino de ello, con 24 puntos de ventaja (24-48), cuando el efecto Rubio empezó a causar estragos en los Bulls. Es asombroso cómo el base de El Masnou ha logrado, a sus 21 años, ganarse el ascendiente sobre sus compañeros y manejar las riendas del equipo. Cada vez quedan menos dudas al respecto. Y así lo entiende el público, sabedor de que el destino del equipo pasa por lo que pueda hacer Ricky. El envite era mayúsculo. Tuvo que vérselas con Derrick Rose. El mejor jugador (MVP) de la pasada temporada tuvo que pisar el acelerador a fondo porque los Wolves, de la mano de Ricky, lograron un parcial de 23-4 y meterse de nuevo en el partido. Llegaron incluso a empatar a 70 y no perdieron opciones hasta que Brewer y el propio Rose anotaron dos triples faltando poco más de un minuto para el final.

Kobe Bryant, estelar

La figura de los Lakers desde que se inició la temporada ha llamado la atención por la cantidad de lanzamientos que efectúa en cada partido. Contra Phoenix, los Lakers vencieron por 99-83 y Kobe Bryant sumó 48 puntos, la mejor marca esta temporada en la NBA. Kobe anotó 18 canastas en 31 lanzamientos, fallo los tres triples que intentó y sumó 12 de los 13 tiros libres de que dispuso. Su mejor marca esta temporada habían sido los 39 puntos que anotó ante Golden State. A los Lakers les costó marcar diferencias ante Phoenix y hasta bien entrado el último cuarto el marcador fue muy apretado. Pau Gasol que empezó fatal el partido con una canasta en seis intentos, acabó muy entonado y sumó 16 puntos, 12 rebotes y 2 asistencias. Los Lakers suman siete triunfos en 11 partidos y se sitúan en el tercer puesto de la Conferencia Oeste.

Rose, superlativo

Rose, un jugador superlativo, cerró con 31 puntos y 11 asistencias. Necesitaron los Bulls de su despliegue y también del factor desequilibrante que aportó Luol Deng, con 21 puntos y 11 rebotes, y de toda su batería de tiradores que sumaron 11 triples, además de una tremenda superioridad en el rebote, con 17 capturas más.

De lo contrario, los Bulls no hubieran podido llevarse el triunfo, el noveno en 11 partidos, de una cancha en la que Ricky hizo de las suyas con su cuarto doble doble en los diez partidos que lleva en la NBA. Esta vez consiguió 13 puntos y 12 asistencias, además de 4 rebotes, 4 robos de balón, 5 pérdidas y una serie de 6 de 11 en el tiro. Kevin Love, con 20 puntos y 13 rebotes, Ridnour, con 22 puntos, y Randolph, con 18, contribuyeron a apretar las clavijas a los Bulls, que sufrieron hasta el final.

Westbrook se sale en Memphis

Solo dos días después de su flojo partido ante los Lakers de su hermano Pau, Marc Gasol demostró de nuevo su calidad ante Oklahoma. Perdió Memphis por 95-100 pero si tuvo alguna oportunidad de vencer fue en gran medida gracias a Marc, autor de 20 puntos, 14 rebotes, 2 asistencias y 4 tapones. Los Thunder lograron dominar el rebote, con 14 capturas más, y también cometieron cinco pérdidas de balón menos. Eso fue tan decisivo en el desenlace del partido como los 30 puntos de un inspirado Westbrook y los 22 de Kevin Durant, aunque falló 13 de los 20 lanzamientos que efectuó.

Memphis, que acusa sobremanera la baja de Zach Randolph, fue casi todo el tiempo a remolque y logró ponerse a tiro de piedra, 92-95, tras un triple de Pondexter. Pero, a partir de ese instante, los Thunder resolvieron mucho mejor. Oklahoma encabeza la Conferencia Oeste con 9 victorias, mientras que Memphis ha obtenido tres triunfos y seis derrotas.

Revolcón de Toronto en Washington

Inesperada y durísima fue la derrota de Toronto en Washington (93-78). Los Wizards habían perdido los ocho partidos que habían disputado hasta ahora. Recuperaron a Rashard Lewis y Andray Blatche, y en el segundo y tercer cuarto destrozaron a los Raptors, a los que llegaron a dominar por 27 puntos. El equipo de Toronto falló sus 13 primeros triples y fue barrido cerca del aro porque a pesar de que capturó más rebotes, logró desde allí 16 puntos menos que Washington.

Abierta ya una enorme brecha en el marcador, Dwane Cassey, entrenador de los Raptors, decidió disputar el último cuarto con los suplentes, bien fuera como castigo por el mal partido de los titulares, bien para dosificarlos ante la acumulación de partidos que afrontan en muy pocos días. Young y Lewis, con 15 puntos cada uno, lideraron a los Wizards. Los Raptors, que perdieron 22 balones, nueve más que los Wizards, acusaron el mal partido de DeRozan y su inferioridad en el rebote. Calderón sumó 8 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias, aunque perdió cuatro balones y falló los tres triples que intentó.