"Se me hace muy raro llamarle míster"

Vicente Moreno pasa en seis meses de jugar en el Xerez a dirigir al equipo andaluz

La forma que tiene el vestuario del Xerez se asemeja a la de una letra L. Allí, justo en medio, tuvo la taquilla durante once años Vicente Moreno (Valencia; 1974), el futbolista con más partidos en la historia del club andaluz (427). More, como le llamaban sus compañeros, tenía contrato hasta el próximo verano, pero el pasado mes de junio su amigo Emilio Viqueira, director deportivo del club, le hizo una oferta: ser segundo entrenador del equipo de su vida y ayudar al técnico Juan Merino. Después de mucho pensárselo, colgó las botas y se sentó en el banquillo. La semana pasada,...

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La forma que tiene el vestuario del Xerez se asemeja a la de una letra L. Allí, justo en medio, tuvo la taquilla durante once años Vicente Moreno (Valencia; 1974), el futbolista con más partidos en la historia del club andaluz (427). More, como le llamaban sus compañeros, tenía contrato hasta el próximo verano, pero el pasado mes de junio su amigo Emilio Viqueira, director deportivo del club, le hizo una oferta: ser segundo entrenador del equipo de su vida y ayudar al técnico Juan Merino. Después de mucho pensárselo, colgó las botas y se sentó en el banquillo. La semana pasada, Merino fue despedido tras ganar solo uno de los últimos diez partidos y el Xerez ha dado la oportunidad a Moreno. Este sábado, frente al Villarreal B (18.00), dirigirá su primer partido como entrenador profesional. Su antigua taquilla la ocupa ahora Israel y él apenas entra ya en el vestuario, un lugar que fue casi su casa. Cuando lo hace, prefiere quedarse de pie o sentarse en la mesa. Es, sin embargo, el jefe de todos.

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"Si ya en verano fue un cambio radical pasar de tenerle de compañero a segundo entrenador, su llegada como técnico se hace extraña. Es raro saber que el trato con él ha cambiado tanto en tan poco tiempo", reconoce Chema, portero del Xerez y compañero de Moreno durante seis años. "Se me hace muy raro llamarle míster, pero va a ser difícil que le vuelva a llamar Vicente o More, como ha sido toda la vida. Ya no es un compañero con el que te puedas ir a tomar un café o una cerveza porque el trato no puede ser el mismo por muchos motivos", explica Chema. Moreno es, en cualquier caso, una solución momentánea. En el Xerez han decidido que será él quien dirija los dos partidos que quedan hasta Navidades, ante el Villarreal B y el Cartagena. Después, se pensarán su continuidad al frente del banquillo, que dependerá de los resultados. "Está capacitado para esto, pero no podíamos darle todo el protagonismo porque no sería bueno", apunta Emilio Viqueira, también exfutbolista e íntimo amigo de Moreno, de quien fue compañero en el Xerez durante cinco temporadas.

En verano, cuando asumió el reto de ser ayudante de Merino, el técnico ya dejó claro su nuevo rol en el club: "Tengo que ser consciente de que a partir de hoy ocupo otra posición y es una dificultad añadida. Por un lado, voy a tener la ventaja de saber cómo piensan los jugadores, qué necesitan, qué tiene en mente cada uno, pero también sé lo que pueden dar y les voy exigir lo máximo. Me tienen para lo que necesiten, pero hay un antes y un después de esto". Chema solo ve ventajas al hecho de que conozca tan bien a la plantilla. "Sabe hasta dónde podemos llegar cada uno y hasta dónde no. Somos casi los mismos que el año pasado y nos conoce a la perfección. La inexperiencia la suple con ilusión", explica el portero que, curiosamente, se sacó el título de entrenador junto a Moreno el año pasado. "Gracias a eso sé que lo suyo es vocacional", agrega.

Viquiera tampoco ve ningún problema al pasado de Moreno como jugador. "Conoce el club mejor que nadie y siempre manejaba el vestuario. Cuando había algún problema, allí estaba él. Siempre ha sido respetado y querido, así que no creo que se vaya a encontrar dificultades a la hora de trabajar", asegura el director deportivo, que compartió el centro del campo con Moreno hasta 2010. "Somos muy amigos y nos entendíamos muy bien, pero había veces que al final del partido teníamos altercados y casi nos pegábamos porque éramos los dos muy competitivos", recuerda Viqueira.

Pese a su inexperiencia en la elite, Moreno sabe lo que es entrenar. Lo hizo la temporada pasada, cuando compatibilizó su puesto en el primer equipo con su cargo como técnico del equipo infantil del club. "Trabajar con los chavales es una experiencia preciosa. Me lo paso pipa, aunque lo primero es lo primero y no puedo dedicarle todo el tiempo que quisiera", aseguraba la temporada pasada. "Le costó compatibilizar las dos funciones porque era salir de entrenarse e irse a trabajar más, pero todo lo que empieza le gusta hacerlo bien", recalca Viqueira. Chema tampoco ahorra elogios: "En el Xerez es un símbolo, el típico jugador franquicia". Un jugador que ahora manda desde el banquillo.

Vicente Moreno, durante un entrenamiento del Xerez.DIARIO AS