Camiseta rosa, futuro negro

El Valladolid, que este sábado jugará con una nueva indumentaria, debe las nóminas de tres meses a los jugadores, camina hacia la Ley Concursal y hasta le cortaron la luz

Este miércoles, el presidente y máximo accionista del Valladolid, Carlos Suárez, presentó la llamativa equipación con la que el Valladolid se enfrentará al Cartagena el sábado: camiseta rosa y pantalón blanco. La coincidencia de colores entre la primera y segunda vestimenta del equipo pucelano con la del blanquinegro hizo que el club castellano diera a elegir a los aficionados qué tonalidad querían que luciese su equipo. La afición habló a través de una encuesta y se decantó por el rosa, un color muy diferente del negro que amenaza el futuro de la entidad, ahogada por las deudas. Justo después...

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Este miércoles, el presidente y máximo accionista del Valladolid, Carlos Suárez, presentó la llamativa equipación con la que el Valladolid se enfrentará al Cartagena el sábado: camiseta rosa y pantalón blanco. La coincidencia de colores entre la primera y segunda vestimenta del equipo pucelano con la del blanquinegro hizo que el club castellano diera a elegir a los aficionados qué tonalidad querían que luciese su equipo. La afición habló a través de una encuesta y se decantó por el rosa, un color muy diferente del negro que amenaza el futuro de la entidad, ahogada por las deudas. Justo después del acto, Suárez se encaminó a otra parte del estadio para hablar con algunos empleados del club, que no cobraron en octubre o lo hicieron con 18 días de retraso. El Valladolid no tiene dinero para nada. A los jugadores se les adeuda la nómina de tres meses, lo que equivale a 300.000 euros, y el club tiene problemas hasta para pagar la luz. La semana pasada, la compañía eléctrica -a la que se le debían cerca de 22.000 euros- cortó el suministro y los jugadores se tuvieron que cambiar en el vestuario alumbrados por sus móviles.

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El Valladolid, que ocupa el segundo puesto de Segunda División, acumula una deuda de unos 40 millones, cerca del 85% contraída con Hacienda, que tiene embargados la práctica totalidad de los ingresos del club, según explican desde la propia entidad. "Nosotros queremos hacer frente a nuestras obligaciones, pero, para eso, hay que seguir abiertos. Si cerramos, no va a poder cobrar nadie. Lo único que pedimos es que se adapten las exigencias a los ingresos que se tienen en Segunda", explica Carlos Suárez en conversación telefónica. Otras fuentes del club afirman, irónicamente, que ahora mismo los ingresos del club son "cuatro euros". "Una cantidad ínfima", completan. Ante este panorama, al club le quedan dos salidas: llegar a un acuerdo con Hacienda para establecer un calendario de pagos o acogerse a la Ley Concursal. En caso de elegir esa vía, sería el quinto equipo de Segunda en hacerlo -ahora están inmersos en ella Hércules, Recreativo, Xerez y Córdoba, mientras que en Primera figuran Rayo, Zaragoza, Betis, Granada y Mallorca-.

Suárez es pesimista sobre el futuro de la entidad y ha llegado a hablar de la posible desaparición del club. "Tenemos el recurso de la Ley Concursal, pero eso se tiene que aprobar y depende de la buena voluntad de mucha gente. Sería más fácil una solución dialogada, pero ahora mismo las negociaciones con Hacienda están en un punto absolutamente muerto", explica el dirigente, quien apunta que, de acogerse a la Concursal, lo harían, posiblemente, antes de fin de año. El estado del Valladolid es tan delicado que el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, ha intervenido y se ha ofrecido como intermediador con Hacienda. Suárez recalca que la situación se debe, en buena parte, al descenso de categoría del equipo el año pasado: "En Segunda, hemos disminuido los gastos un 40%, pero los ingresos han descendido un 75%".

Entretanto, el equipo sigue entrenándose y solo ha perdido un encuentro de los últimos siete. "Se salta al césped con incertidumbre por el tema económico, pero estamos centrados en lo deportivo y lo importante es seguir ganando", explica Javier Baraja, capitán de los blanquivioleta, quien asegura que conocen al detalle la situación del club. "El concurso de acreedores puede ser una de las soluciones y a nosotros no nos afectaría si se nos paga la deuda antes. La idea que se nos ha transmitido es que nos van a pagar y, de hecho, estamos a la espera de un ingreso", explica el futbolista. Suárez, que confía en poder pagar pronto a la plantilla, subraya que el club solo venderá jugadores en el mercado de invierno si llegan ofertas interesantes y no como una salida de emergencia: "Si vendemos será por su valor. No vamos a desmantelar el equipo a precio de saldo". Alaba, además, a la plantilla: "Hemos tenido la suerte de dar con un grupo humano impresionante, muy implicado". El sábado, frente al Cartagena, tienen otra oportunidad para demostrarlo. Vestidos de rosa.

Carlos Suárez, a la izquierda, junto a Peña en la presentación de la nueva camiseta.VÍCTOR BLANCO (www.realvalladolid.es)