Un puerto de desgaste

Desde que comenzó la Vuelta, hace tres días, los ciclistas llevan intuyendo, casi temiendo, la imponente silueta de Sierra Nevada, el puerto de categoría especial con el que finaliza la etapa de este martes. La ronda española seleccionará este año a los favoritos desde el principio, con la cota de más altitud de la ronda -2.117 metros-. La subida a Sierra Nevada se caracteriza por sus 23 kilómetros de ascensión, que tienen un desnivel medio del 5,74%. Pese a que no tiene rampas superiores al 10%, la temperatura, que se espera que sea de 31 grados, unida a la gran longitud de la subida, mermará...

Desde que comenzó la Vuelta, hace tres días, los ciclistas llevan intuyendo, casi temiendo, la imponente silueta de Sierra Nevada, el puerto de categoría especial con el que finaliza la etapa de este martes. La ronda española seleccionará este año a los favoritos desde el principio, con la cota de más altitud de la ronda -2.117 metros-. La subida a Sierra Nevada se caracteriza por sus 23 kilómetros de ascensión, que tienen un desnivel medio del 5,74%. Pese a que no tiene rampas superiores al 10%, la temperatura, que se espera que sea de 31 grados, unida a la gran longitud de la subida, mermarán las fuerzas de los ciclistas desde bien pronto. Sierra Nevada es, de hecho, más temida por su longitud que por sus rampas. La ascensión cuenta con unos primeros tramos cercanos al 10% de desnivel y, a partir del décimo kilómetro de subida, se suavizan para no superar el 6%. La parte final es mucho más suave, con falsos llanos y subidas ligeras que acaban en una recta de 300 metros. Antes de la ascensión final, además, los corredores deberán superar el Alto de Filabres, de primera categoría e inédito en la Vuelta, y el Puerto de los Blancores, de tercera.

"El hecho de tener un test importante con 30 kilómetros de subida el cuarto día de carrera obliga a llegar en buena forma si no quieres arrastrar un déficit de tiempo importante durante el resto de la Vuelta", avisó Eusebio Unzué, manager general del Movistar, hace unos días. El ciclista italiano Scarponi reconoce, por su parte, que la etapa de este martes no será decisiva, pero dejará fuera de la pelea a algunos. De hecho, no es habitual que el vencedor en Sierra Nevada se convierta en el campeón de la Vuelta. Únicamente en 1981 y en 1994 han coincidido los vencedores. En la primera ocasión, el italiano Battaglin hizo el mejor tiempo en la cronoescalada al puerto, en la tercera etapa, salió líder y acabó ganando la Vuelta. En 1994, fue Tony Rominguer, que venía de conquistar la ronda los dos años anteriores, el que coronó primero. El suizo atacó en la subida y el otro gran favorito, Alex Zulle, no pudo seguirle. Rominguer demostró, así, su poderío en la sexta jornada y terminó consiguiendo su tercer entorchado consecutivo.

Por nacionalidades, franceses y españoles dominan los triunfos en el puerto andaluz con tres victorias cada uno. El manchego Felipe Yáñez ganó en la primera ocasión que se ascendió, en 1979, cuando, además, se hizo con el jersey de líder de la montaña. Yánez, que volvió a ganar en 1986, cuando ya tenía 35 años, es el único ciclista hasta ahora que ha coronado el primero en dos ocasiones. Para encontrar el siguiente triunfo español en Sierra Nevada hay que avanzar hasta 2004, cuando Santi Pérez fue el más rápido en la cronoescalada que se celebró ese año. El ciclista asturiano dio en esa edición de la Vuelta una verdadera demostración de fuerza: además de esa etapa, se hizo con otras dos y acabó, además, segundo en otro par de jornadas. Poco después de finalizar la Vuelta, sin embargo, dio positivo en un control antidopaje y después estuvo implicado en la Operación Puerto. Los franceses, por su parte, han conocido el éxito gracias a las victorias de Patrice Esnault, en 1990; Yvon Ledanois, en 1997; y David Moncoutie, ganador en 2009, la última vez que se ha subido Sierra Nevada hasta ahora. Pronto se conocerá a su sucesor.