Hombres de confianza

Tanto Contador como los hermanos Schleck se han rodeado de gregarios que conocen de sobra para afrontar el Tour.- Su papel será capital en los Alpes

Con el inicio de la tercera semana del Tour, marcado por las caídas y el mal tiempo, es el momento en el que se miden las fuerzas de los favoritos. Será en las rampas de los Alpes. En el pelotón, los que más opciones tienen sobre el papel de sacar rédito de la alta montaña son los hermanos Schleck (Leopard) y Alberto Contador (Saxo Bank). Este año los tres han cambiado de equipo. El de Pinto ha fichado por el antiguo conjunto de los luxemburgueses, que han creado una escuadra propia a su gusto. Pero ninguno se ha ido solo, sino todo lo contrario, y se han llevado a sus nuevos equipos a sus hom...

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Con el inicio de la tercera semana del Tour, marcado por las caídas y el mal tiempo, es el momento en el que se miden las fuerzas de los favoritos. Será en las rampas de los Alpes. En el pelotón, los que más opciones tienen sobre el papel de sacar rédito de la alta montaña son los hermanos Schleck (Leopard) y Alberto Contador (Saxo Bank). Este año los tres han cambiado de equipo. El de Pinto ha fichado por el antiguo conjunto de los luxemburgueses, que han creado una escuadra propia a su gusto. Pero ninguno se ha ido solo, sino todo lo contrario, y se han llevado a sus nuevos equipos a sus hombres de confianza. Ciclistas con los que han compartido muchos kilómetros y en algunos casos, corredores con los que han compartido casi toda su carrera. Hombres sin cuyo trabajo no podría realizar el ataque final.

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Contador se llevó del Astana a varios ciclistas, pero en la ronda gala, destacan otros tres españoles, incondicionales del de Pinto: Jesús Hernández, Daniel Navarro y Benjamín Noval. Cuando se anunció su fichaje, Bjarne Riis, director del Saxo Bank dijo: "Han demostrado su lealtad en los últimos años, una gran voluntad de cooperar y sentido de equipo".

Hernández es su compañero de entrenamientos, ya que, aunque nació en Ávila, vive y se crió en Parla, muy cerca de la localidad natal de Contador. Ambos se formaron como ciclistas en las categorías inferiores del equipo ONCE, sufrieron los sin sabores de la Operación Puerto, tras la que Hernández se enroló en un equipo de segunda, el Relax, que a la postre acabó desapareciendo. Fue Contador quien insistió a Johan Bruyneel, entonces director del Astana, para que le fichara. Desde entonces, no se ha separado de su amigo ni para dormir. Es su compañero de habitación.

Navarro, por su parte, tuvo el año pasado un papel capital en la consecución del último Tour de Contador. Era el que debía guiar a su líder al último tramo de cada etapa sin que tuviera problemas, el que marcaba el ritmo al inicio de cada puerto para deshacerse de los que no iban finos. Era el último hombre. Y, pese a que este año asegura no estar "tan bien" como el año pasado, sigue defendiendo a su jefe a capa y espada. "En Luz Ardiden no habíamos comido bien", aseguró hace una semana cuando Contador se dejó unos segundos con respecto a sus rivales en la primera llegada en alto de los Pirineos.

El último de los tres, es Benjamín Noval, el más veterano de todos. Ha ayudado a ganar cuatro Tours, dos a Armstrong (2004 y 2005) y dos a Contador (2007 y 2010). Especial rabia le dio no poder estar en la edición de 2009, cuando el de Pinto consiguió su segunda grande boucle. Fue el principal damnificado de la lucha de poder en el Astana entre el estadounidense y el español. Este año, también ha tenido que esperar, puesto que ha sido el último nombre que dio el director del Saxo Bank para acudir al Tour. Esa plaza se la disputaba Gustav Larsson, más especialista en contrarreloj y que podría haber ayudado en la crono por equipos de la segunda etapa, pero Riis optó por otra fórmula para intentar ganar su segundo Tour como director (el primero fue el de 2008 con Carlos Sastre): "Un grupo de corredores que pueda ofrecer el mejor apoyo a Alberto [Contador] durante tres semanas".

En el otro lado está el Leopard. Formado en su mayoría por antiguos pupilos de Riis en el Saxo Bank que siguieron a sus jefes de filas, los hermanos Schleck. Entre estos fieles destacan por encima de los demás tres hombres de gran prestigio en el pelotón y curtidos en mil batallas. Los veteranos Jens Voigt (39 años para 40) y Stuart O'Grady (37 para 38), y el infalible expreso de Berna, Fabian Cancellara. O'Grady es un hombre de equipo y fiel, tanto que en la pasada Vuelta a España fue expulsado por su equipo junto a Andy Schleck tras un episodio poco claro, en el que se habló de salidas nocturnas.

El alemán Voigt fue el encargado tirar del grupo para poner fin a la fuga y de hacer sufrir al pelotón en el inicio de las ascensión el día de Luz Ardiden. Voigt nació y creció en la extinta Alemania del Este, donde empezó a tomar contacto con la bicicleta, pero antes de convertirse en profesional completó su entrenamiento en el ejército, en una unidad especial de deportistas. Un hombre disciplinado y metódico que no duda en sacar su genio cuando las cosas no le salen bien. Así ocurrió el día de Plateau de Beille, cuando se unió a la escapada inicial para poder estar con sus líderes en el último puerto y se cayó dos veces en el descenso del Col d'Agnes.

De los tres, el más famoso y más conocido es el suizo Cancellara. Intratable en 2010 en todas las clásicas que disputó, este año ha estado más gris, en parte por la vigilancia a la que le sometieron sus rivales. Su gran virtud para el equipo es su capacidad de imponer un ritmo vertiginoso en los llanos. En este Tour lo ha demostrado ya dos veces. La primera en la crono por equipos, cuando se puso al frente del Leopard, sin recibir un solo relevo en los últimos kilómetros. La segunda vez, fue el sábado pasado cuando redujo de cinco a dos minutos la diferencia entre el pelotón y los escapados en el llano que unía el Port de Lers y Plateau de Beille.

El suizo Fabian Cancellara, uno de los gregarios imprescindibles para los candidatos al Tour.EFE

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