Análisis:DESDE MI SILLÓN

La vida sigue...

La vida sigue, y tras el paréntesis de la tragedia, el Giro sigue adelante. Aún ni siquiera estamos en la mitad de la primera semana, pero han ocurrido ya tantas cosas y se ha hablado tanto de lo sucedido, que parece mentira que aún estemos en la quinta etapa de la carrera. De un total de 21, así que aún queda mucho, muchísimo.

Creo que era Julio Iglesias quién cantaba aquello de "la vida sigue igual". La Vida con mayúsculas sigue adelante ocurra lo que ocurra, ninguno de nosotros somos imprescindibles para que el mundo siga girando. Pero la vida con minúsculas no sigue igual para todos...

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La vida sigue, y tras el paréntesis de la tragedia, el Giro sigue adelante. Aún ni siquiera estamos en la mitad de la primera semana, pero han ocurrido ya tantas cosas y se ha hablado tanto de lo sucedido, que parece mentira que aún estemos en la quinta etapa de la carrera. De un total de 21, así que aún queda mucho, muchísimo.

Creo que era Julio Iglesias quién cantaba aquello de "la vida sigue igual". La Vida con mayúsculas sigue adelante ocurra lo que ocurra, ninguno de nosotros somos imprescindibles para que el mundo siga girando. Pero la vida con minúsculas no sigue igual para todos. Para los que han sufrido, todo continúa, pero todo es diferente. Los Leopard están ya en casa honrando el recuerdo de su compañero. También Farrar, sufriendo por su amigo. Y así muchos otros, cada cual en su circunstancia.

Pero la carrera continúa adelante, como debe de ser. Y ayer hubo de nuevo un ganador de etapa y alguien que se vistió de líder. Por cierto, mi enhorabuena para Vicioso por la etapa que se llevó el otro día. Por el drama que se vivía en ese mismo instante en otro lugar cercano fue imposible fijar cierta atención en el resultado de la etapa, pero siendo justos con los corredores y con su circunstancia, hay que valorar en su medida el resultado del aragonés, pues la carrera se disputaba por delante en la absoluta ignorancia de la tragedia. La recompensa a una etapa que le robaron en el Giro hace ya muchos años, llegó en el día más triste posible. Pero de eso él no tiene ninguna culpa; más bien al contrario, seguro que es algo que le apena especialmente.

Y ayer el ganador fue Weening, uno de mis compañeros durante mis años en Rabobank. Peter, el "precipitado" Weening, como yo le decía en castellano para arrancarle alguna sonrisa después de que titulase así un artículo sobre él cuando ganó una etapa en el Tour hace ya unos cuantos años. Precipitado porque siempre se anticipaba en demasía, aunque por problemas de traducción, él siempre lo interpretaba como algo relativo a la lluvia y el agua. No hombre, que eres un sangre caliente, le decía yo en inglés. Y en vez de mejorar la comprensión, creo que lo liaba aún más.

Enhorabuena Peter, me alegro mucho por ti y por este éxito que te acerca a un club selecto del que puedes formar parte, el de ganadores de etapa en las tres grandes. Seguro que en unos años serás capaz de conseguirlo, aunque espabila y no tardes tanto entre una victoria y otra, no se te vaya a escapar la oportunidad.

Como de lo que uno no ha visto es mejor no hablar, contaré que tuve que abandonar la retransmisión cuando faltaban 25 kilómetros para la meta de Orvieto. Y salí de casa impresionado por lo que acababa de ver hacer a Nibali, lanzado como un poseso en la bajada de uno de los tramos de "sterrato". No es nada habitual ver a un corredor que aspira a ganar la carrera haciendo un movimiento con tanta agresividad y tanto riesgo en los primeros compases de la misma. Y menos aún cuando viene precedido por lo vivido estos días, con la psicosis metida en el cuerpo por las consecuencias de las caídas. Me sorprendió su actitud y se me pusieron los pelos de punta viendo como trazaba las curvas, pero alabo su valentía. Quién menos desea caerse es el propio corredor, así que estoy seguro de que él iba buscando el límite tratando de no sobrepasarlo. Por lo que me han contado, su movimiento sirvió para lanzar a Weening hacia delante, y ponerle en posición táctica privilegiada para los movimientos que llegaron después. Al parecer Peter jugó luego muy bien sus cartas y el movimiento de Nibali fue en vano, pero de eso poco puedo decir, pues nada vi, tan solo la clasificación unas horas más tarde.

No obstante, no dejaré pasar la oportunidad para dar mi opinión sobre la inclusión de estos tramos de "sterrato" en una carrera por etapa. Me parece muy bien y soy partidario de que se incluyan en algunas ocasiones, pero sin abusar de ellos. Pero creo que incluir también tramos en bajada es forzar demasiado la situación. Se deberían evitar en la medida de lo posible y no buscarlos a propósito. En fin, ni quiero ni puedo entrar ahora mismo por motivos personales en debates sobre la peligrosidad de los recorridos, pero esto es lo que opino del "sterrato" que tan de moda se ha puesto en Italia en cuestión de unos años.

Pues eso, que la vida, igual o no según como la entiendas, sigue. Y el Giro sigue adelante y aquí trataré de seguir para contarlo. Aunque en mi caso no sigue igual. Hasta mañana.

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