"Necesitamos un coche que pueda ir siempre al límite"

Sólo un error humano podía quebrar la autoridad de Red Bull en Montmeló. Lo cometió Vettel, después de dos jornadas de entrenamientos, una calificación impecable y 55 vueltas de carrera. Antes de eso, un contratiempo en la primera parada en boxes en la vuelta 18 le relegó por detrás de Lewis Hamilton. Quedaba entonces una tercera posición libre de amenazas (Fernando Alonso no empezó a rodar en tiempos de cabeza hasta la vuelta 35), pero el coche se fue demasiado largo a 11 vueltas del final, y la ventaja que mantenía con el Ferrari se esfumó. La tercera plaza, después de pasar de nuev...

Sólo un error humano podía quebrar la autoridad de Red Bull en Montmeló. Lo cometió Vettel, después de dos jornadas de entrenamientos, una calificación impecable y 55 vueltas de carrera. Antes de eso, un contratiempo en la primera parada en boxes en la vuelta 18 le relegó por detrás de Lewis Hamilton. Quedaba entonces una tercera posición libre de amenazas (Fernando Alonso no empezó a rodar en tiempos de cabeza hasta la vuelta 35), pero el coche se fue demasiado largo a 11 vueltas del final, y la ventaja que mantenía con el Ferrari se esfumó. La tercera plaza, después de pasar de nuevo por el taller, también. Ganó su compañero con un recital impoluto de principio a fin, y el discurso optimista del sábado se tornó algo más prudente, como la advertencia de un problema que, a largo plazo, puede costar demasiado caro. "El coche es rápido, pero necesitamos que esté bien siempre", ha declarado Vettel tras la prueba.

"No sé qué es lo que ha pasado exactamente hoy, pero el resultado es bueno aunque la carrera haya sido mala. Tenemos que seguir empujando", ha añadido el alemán, con el incidente todavía en la memoria. En armonía con su compañero, Mark Webber, ganador de la carrera , comparte la opinión de que no se puede fallar. "Hemos visto el fallo de McLaren y otras cosas que ocurren cuando se corre al límite. El Red Bull ha tenido un buen rendimiento, pero hay que tener otras cosas en cuenta. Como dice Sebastian, necesitamos un coche rápido y que esté ahí siempre. Un coche que pueda ir siempre al límite", ha declarado Webber, consciente de que queda aún mucho campeonato y los rivales seguirán evolucionando hasta darles caza. "Red Bull, Ferrari y McLaren dominan, pero estamos muy al principio", añade el australiano, que ha dedicado de nuevo el triunfo a todo el equipo.

La alegría de Webber sólo es equiparable a la de Fernando Alonso. La entereza con la que el bicampeón asumió ayer su posición en la parrilla se tornó en asombro con el paseo de Vettel por la grava de Montmeló y en sorpresa mayúscula cuando, perdida toda esperanza de optar al segundo puesto, Lewis Hamilton reventaba uno de sus neumáticos y se quedaba fuera de carrera y le cedía gratuitamente el segundo cajón del podio. "Cuando ganas dos posiciones en la última vuelta, te deja un sabor de boca excepcional. Ha sido un día emocionante", ha resumido Alonso en rueda de prensa tras mojarse con champán junto a Webber y Vettel, que consiguió finalizar tercero pese a los problemas de frenos de su monoplaza.

El alemán lo ha explicado ante la prensa: "Ha sido todo al revés que Mark. Han ocurrido muchas cosas. Primero no he podido adelantar a Mark, al principio, la pista resbaladiza y no he tenido suficiente velocidad. Después hemos entrado demasiado pronto y hemos perdido la posición. Conducir con neumáticos duros sido difícil hoy, y aunque he visto que mejoraba, he perdido adherencia y los frenos a 15 vueltas del final. En las últimas 10 he tenido suerte porque he podido mantener el margen con Michael por detrás. No sé qué ha pasado exactamente pero el resultado es bueno pese a la carrera que ha sido mala".

Al menos, Sebastian Vettel tiene motivos para celebrar. Pedro De la Rosa (Sauber) ha sido hoy el rostro de la decepción. "Decepcionado es poco", precisa el barcelonés, que esperaba una buena carrera ante su afición. "Iba todo muy bien, alguien [Buemi] me ha dado en el neumático trasero y ahí se ha acabado todo. Un incidente que ha llegado en el peor momento. Podría haber hecho una carrera decente, pero hemos roto el suelo y la parte trasera. Lo hemos intentado todo, dar vueltas, desbloquear el diferencial, pero ha sido imposible", lamentaba De la Rosa, que cierra su paso por el Circuit con el cuarto abandono de su carrera.

De la Rosa y Alonso, al menos, han coincidido en los agradecimientos a la afición, que ha copado las gradas y ha estallado cuando el asturiano cruzaba la meta en segunda posición. "Ha sido un domingo emocionante con tanto apoyo del público. Quería darles un buen resultado y el segundo puesto es lo máximo que he podido conseguir. Es un regalo para mí, para el equipo y para la afición, por este fin de semana tan emocionante", declaraba Alonso, que espera subirse a lo más alto en la próxima cita en casa, en Valencia.