El CAR de Fadura vuelve al mundo

El centro de alto rendimiento vizcaíno reabre sus puertas a deportistas no vascos

El Centro de Alto Rendimiento de Fadura se creó en 1994 pero en cierto modo ha renacido este año, cuando ha vuelto a abrir sus puertas al mundo. Por allí han pasado distinguidos especialistas en medicina y preparación deportiva, pero el influjo ideológico del anterior Gobierno Vasco, decidió cerrar las puertas de la institución a los atletas ajenos a la comunidad autónoma vasca. La domiciliación restrictiva apagaba las luces de un centro nacido con intención de sumarse a los grandes recintos de máxima preparación y exigencia que fueron creándose en España al amparo, sobre todo, de los Juegos O...

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El Centro de Alto Rendimiento de Fadura se creó en 1994 pero en cierto modo ha renacido este año, cuando ha vuelto a abrir sus puertas al mundo. Por allí han pasado distinguidos especialistas en medicina y preparación deportiva, pero el influjo ideológico del anterior Gobierno Vasco, decidió cerrar las puertas de la institución a los atletas ajenos a la comunidad autónoma vasca. La domiciliación restrictiva apagaba las luces de un centro nacido con intención de sumarse a los grandes recintos de máxima preparación y exigencia que fueron creándose en España al amparo, sobre todo, de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La centrifugación del centro, en los últimos años, no fue en su beneficio cuando allí "se han preparado, por ejemplo, el equipo español de maratón que logró el triplete en Helsinki". María Vasco y recientemente, Jesús García Bragado han realizado su puesta a punto en este centro de referencia "que no tiene carácter residencial, sino de apoyo en todas la pruebas que los atletas necesitan para medir y afinar su puesta a punto para determinados objetivos".

Allí se preparó el equipo español de maratón que hizo triplete en Helsinki

Siete personas trabajan en Fadura, instalaciones que recogen todo lo que afecta a la analítica del deportista y se complementa con instalaciones de entrenamiento dotadas con el aparataje necesario y versátil para distintos deportes.

En el CAR de Fadura se entrenó, por ejemplo, el club de baloncesto Siglo XXI, una selección de los mejores proyectos de jugadores júnior a los que se quiso agrupar para que su evolución fuera más evidente, más activa. De ahí surgieron grandes talentos de la canasta aunque luego el proyecto orgánicamente decayó. Pero por Fadura siguieron pasado atletas de alto nivel hasta que una decisión unilateral decidió constreñir el centro para la utilización exclusivamente vasca de las instalaciones y los medios humanos y técnicos. El último ilustre en preparar su asalto al maratón de Nueva York fue el marchador García Bragado que consiguió su objetivo de "batir" a Armstrong.

Se esperan más, una vez devuelto el CAR de Fadura al circuito del que nunca debió salir. Adscrito a la Fundación Euskadi y dependiente del Gobierno Vasco, el CAR vuelve a recuperar su condición de lugar de entrenamiento multidisciplinar (remo, atletismo, sokatira, etc.) con el trabajo específico de atletas de élite para situaciones u objetivos específicos.

Saliendo del túnel, de la introversión, Fadura recupera sus señas de identidad que le amenazaba con convertirse en un vestuario de entrenamiento ocasional sin posibilidad de evolución.

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