COPA DEL AMÉRICA

Se busca contrincante para el Alinghi

El Luna Rossa y el Emirates Team New Zealand compiten mañana para ganarse un puesto en la final de la Copa del América

El Luna Rossa y el Emirates Team New Zealand pondrán mañana en liza sus barcos, su tripulación y toda su experiencia para adjudicarse, al mejor de nueve regatas, la Copa Louis Vuitton y desafiar al Alinghi por la conquista de la Copa del América.

Italianos y neozelandeses, que se postulaban desde el principio de la trigésimo segunda edición de la Copa como dos firmes candidatos a este título, han dejado en el camino a los estadounidenses del BMW-Oracle (5-1) y al Desafío Español (5-2), respectivamente. Con más facilidad de la esperada para los italianos y menos para los neozelandeses, L...

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El Luna Rossa y el Emirates Team New Zealand pondrán mañana en liza sus barcos, su tripulación y toda su experiencia para adjudicarse, al mejor de nueve regatas, la Copa Louis Vuitton y desafiar al Alinghi por la conquista de la Copa del América.

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Italianos y neozelandeses, que se postulaban desde el principio de la trigésimo segunda edición de la Copa como dos firmes candidatos a este título, han dejado en el camino a los estadounidenses del BMW-Oracle (5-1) y al Desafío Español (5-2), respectivamente. Con más facilidad de la esperada para los italianos y menos para los neozelandeses, Luna Rossa y New Zealand lucharán por demostrar quién es el mejor en un duelo que estadísticamente se decanta del lado de los del hemisferio sur, vencedores en seis de los nueve enfrentamientos, aunque desde que tienen los nuevos barcos se han repartido los triunfos, dos para cada equipo.

Además, el emparejamiento de la final enfrenta a dos cañas de una nueva generación emergente, dos prodigios como el australiano James Spithill a bordo del ITA-94 y que ha dejado patente su agresividad en las salidas, y el neozelandés Dean Barker, al mando del NZL-92, con un estilo más convencional. El Luna Rossa llega a la cita como ''tapado'', pues, de los tres ''grandes'', era el que menos entraba en los pronósticos, aunque ha hecho valer la evolución de sus barcos, la maestría de su caña, el australiano James Spithill, y su gran conocimiento del campo de regatas, ya que fue el primer equipo que se instaló en Valencia cuando se anunció que esta ciudad iba a acoger la competición.

Con la moral alta tras humillar al BMW-Oracle, el equipo que patronea el veterano Francesco de Angelis, quiere emular la edición de 2000 y de paso vengarse de los neozelandeses que, con Dean Barker a bordo, les derrotaron 5-0 en la final de la Copa del América, tras haber ganado la Louis Vuitton al America One (5-4). Mientras, los de Dean Barker quieren repetir la hazaña que lograron en 1995 al ganar la Copa Louis Vuitton y luego aplastar por un 5-0 al ''Stars and Stripes'' estadounidense en la final de la Copa del América y ''devolver la copa a casa'' como reza la leyenda que lucen en sus camisetas los aficionados neozelandeses después de haberla perdido en la pasada edición frente al Alinghi.

Ambos equipos han dejado evidencias de saber reponerse a los contratiempos, pues iniciaron el "round robin" (fase de todos contra todos), dubitativos y con derrotas que habían podido marcar su devenir y sin embargo, han superado sus debilidades y hoy parecen los equipos más sólidos, por lo que se augura una final reñida e igualada. El Emirates Team New Zealand se quedó helado tras perder en su debut en el "round robin 1" ante el Mascalzone Latino-Capitalia Team. Posteriormente, también cayó contra Luna Rossa Challenge y BMW Oracle. Los ''kiwis'' no sólo supieron sobreponerse al mar de incertidumbre que habían generado a su alrededor, sino que ganaron todas sus regatas en el "round robin 2" y finalizaron en primera posición.

El Luna Rossa hizo saltar las alarmas sobre el potencial de su ITA-94 tras la jornada del "round robin" en la que perdió contra Shosholoza y BMW-Oracle el mismo día pero también superó ese contratiempo y sentenció. Además, su derrota en la tercera regata en semifinales con remontada incluida del BMW-Oracle hizo dudar de su estrategia pero los italianos aprendieron la lección, no se relajaron, sentenciaron la eliminatoria y dejaron una imagen de equipo competitivo capaz de ganar a cualquiera.

Con el campo norte como escenario de la final y con previsiones que apuntan para estos días brisa del mar con intensidad de entre nueve y catorce nudos, Luna Rossa y Emirates buscarán ampliar sus vitrinas con un trofeo que ambos ya han logrado y que les dará el derecho de desafiar al Alinghi por la Copa del América.

La copa en juegoAP

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