El Numancia fulmina los sueños europeos del Athletic

Si le quedaba al Athletic de Bilbao algún sueño de clasificarse para disputar la próxima temporada una competición europea, la ha perdido hoy de la peor forma posible (0-2), ante el Numancia, ya descendido, que ha apostado por el premio de consolación de no terminar último su aventura en Primera división. A un partido para el final, ha empatado a 28 puntos con el Albacete.

El equipo soriano salto al campo de San Mamés con mucha dignidad, y desplegó un fútbol bastante más serio que el de su rival, que se tomó el partido como una pachanga intrascendente cuando no lo era tanto. El entrenad...

Si le quedaba al Athletic de Bilbao algún sueño de clasificarse para disputar la próxima temporada una competición europea, la ha perdido hoy de la peor forma posible (0-2), ante el Numancia, ya descendido, que ha apostado por el premio de consolación de no terminar último su aventura en Primera división. A un partido para el final, ha empatado a 28 puntos con el Albacete.

El equipo soriano salto al campo de San Mamés con mucha dignidad, y desplegó un fútbol bastante más serio que el de su rival, que se tomó el partido como una pachanga intrascendente cuando no lo era tanto. El entrenador local, Máximo Hernández, se despedía de la afición bilbaína, y posiblemente también lo hacían dos de las estrellas del equipo, Asier del Horno y Santi Ezquerro.

Y lo cierto es que en los primeros minutos el Athletic buscó la meta contraria, primero por mediación de Del Horno, que desaprovechó un rechace de Juanma tras un fuerte lanzamiento de Tiko desde unos 25 metros; y, poco después con otro cabezazo en buena posición de Arriaga a centro de Iraola. A continuación llegó el tanto del Numancia, a cargo de un ex rojiblanco, Merino, que curiosamente no marcó ni un solo gol en San Mamés con la zamarra bilbaína. Fue en el minuto ocho, cuando el vizcaíno recibió un pase de Tevenet y ajustó el disparo al palo izquierdo de Aranzubia.

El Athletic acusó el golpe, y tardó en volver a presentarse en el área rival. Sin embargo, tras el descanso el partido se convirtió en un asedio a la portería de Juanma, que estuvo muy inspirado y logró rechazar todos los zurriagazos de Guerrero, Del Horno y Orbaiz. Languidecía ya el encuentro cuando el equipo soriano sentenció al arañar Pignol un penalti en una internada que marcó Tevenet.