Federer consigue su segundo Wimbledon ante el estadounidense Roddick

Roger Federer ha demostrado de nuevo que al tenis no se juega sólo con pelotazos. El número uno suizo se ha proclamado, por segundo año consecutivo, vencedor del torneo de Wimbledon, derrotando en la final al estadounidense Andy Roddick, un pelotero con un saque temible que no ha podido, sin embargo, con la clase de Federer. El suizo, pleno de calidad, promete un reinado duradero.

Federer ha doblegado al estadounidense en cuatro apretadas mangas (4-6, 7-5, 7-6 y 6-4) en un partido que ha sufrido una interrupción debida, como tantas veces en el torneo, a la lluvia londinense. Adem...

Roger Federer ha demostrado de nuevo que al tenis no se juega sólo con pelotazos. El número uno suizo se ha proclamado, por segundo año consecutivo, vencedor del torneo de Wimbledon, derrotando en la final al estadounidense Andy Roddick, un pelotero con un saque temible que no ha podido, sin embargo, con la clase de Federer. El suizo, pleno de calidad, promete un reinado duradero.

Federer ha doblegado al estadounidense en cuatro apretadas mangas (4-6, 7-5, 7-6 y 6-4) en un partido que ha sufrido una interrupción debida, como tantas veces en el torneo, a la lluvia londinense. Además, ha sabido aprovechar la interrupción, porque Roddick aventajaba al suizo antes de la parada por 4-6, 7-5 y 2-4. A su regreso, Federer ya no ha dado opción a Roddick: le ha levantaddo el tercer set, para adjudicárselo por 7-6, y ha vencido en el definitivo por 6-4, tras salvar dos bolas de set en contra con el marcador 4-5 para el estadounidense.

Federer ha sabido imponer su amplia gama de golpes a la potencia del servicio de Roddick, que, fuera de eso, no hace grandes alardes tenísticos. De nuevo, impone un tenis de alta escuela a la oleada de pegadores que se han instalado en lo alto del circuito a base de enviar la bola a más de 200 por hora. Con globos, dejadas y ángulos imposibles, reivindica un juego más versátil, entretenido y bello de ver. Demuestra que es necesaria una muñeca de goma además de un brazo de hierro para empuñar una raqueta.

El de hoy es el tercer Grand Slam en la carrera de Federer, que ya ganó el torneo londinense el año pasado y el Abierto de Australia de este año. Además, es su decimoséptimo título individual.