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Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Una tienda hecha de pastillas de jabón

Nicolas Schuyboek construye comercio temporal para hablar, desde el olfato, de la marca australiana Aesop

Fachada de la tienda temporal de Aesop en la Piazza Corduoso de Milán.Salone de Milán

Construir con pastillas de jabón. Hacer de un aroma la marca de un producto. Ai Kato, el director artístico de la marca australiana Aesop, defiende una idea: la forma sigue a la formulación. Es su versión de la forma sigue a la función que definió la arquitectura moderna. La forma, en la tienda que esta empresa levantó durante la semana del Salone de Milán el pasado mes de abril, era poco más que un gran contenedor de pastillas de jabón. Esas pastillas funcionaban como ladrillos y, sujetas a una estructura de madera que, en realidad, las almacenaba, levantaron un espacio que, además de entrar por la vista, penetraba a sus visitantes por el olfato.

El olfato, el aroma, es la marca de la casa. Esta empresa especializada en jabones y cremas para el cuerpo, para el cuidado del cabello y también de la casa, tiene una línea de tiendas y envases sobria, funcional, minimalista, defiende Kato. Su idea es entrar por el olfato antes que por los ojos. Su presencia, mínima y escueta, arropa esa voluntad. Por eso esta intervención temporal, durante la pasada edición del Salone de Milán, celebraba esa idea. La acumulación de pastillas de jabón formó muros aromáticos, ordenados, cartesianos y misteriosos. Tras algunas de las pastillas -notablemente encastradas en la estructura de madera- se escondían los productos de la marca: jabones, cremas de manos y cuerpo, mascarillas papilares, aromas para el hogar.

El comercio estaba construido con pastillas de jabón sujeras a una estructura de madera.Salone de Milán

En el centro del local, una superficie rectangular esperaba a los clientes que quisieran probar la línea de cuidados que ofrece la empresa. De las paredes al cuerpo entrando por la nariz. Una tienda de jabón o una boutique que, lejos de construir un recuerdo visual, se convierte en aroma. Así, lo minimalista se maximaliza y lo cotidiano, apenas perceptible sale del ámbito doméstico para evocarlo desde la calle, la temporalidad y el diseño. Una arquitectura mínima, ingeniosa y para los sentidos firmada por el arquitecto belga Nicolás Schuybroek (1981).

Al retirar las pastillas de jabón aparecían los productos Aesop.Salone de Milán

Criado en Bruselas y formado en Londres, Schuybroek ha construido su credo sobrio y fuera del tiempo combinando minimalismo y sentidos. En Lyon (Francia) ya firmó la tienda estrella de Aesop. Y ha ideado también viviendas y hoteles en Chicago, México o Francia. Hace dos años diseñó una colección propia para el Salone de Milano. La tituló When Objects Work (Cuando los objetos funcionan). Eso, precisamente, ha hecho este año en la feria: ha levantado una tienda utilizando la materialidad y el aroma de cientos de pastillas de jabón.

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