ROCK

Las ruinas más bellas

La banda Primal Scream lanza un recopilatorio con 31 de sus singles

Imagen del recopilatorio de Primal Scream.

La historia de Primal Scream se escribe a partir de la confusión y el exceso, los giros prohibidos, las caídas épicas y las resurrecciones imperiales. Han muerto y han resucitado casi tantas veces como discos han grabado. Hoy, después de más de tres décadas de carrera, lanzan un recopilatorio con 31 de sus singles. Lo titulan Maximum Rock'N'Roll, porque el rock and roll ha sido la única constante en su carrera: cuando han hecho rock and ­roll, casi siempre han fracasado; cuando han sido rock and roll —muchas veces sin tocar apenas un...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La historia de Primal Scream se escribe a partir de la confusión y el exceso, los giros prohibidos, las caídas épicas y las resurrecciones imperiales. Han muerto y han resucitado casi tantas veces como discos han grabado. Hoy, después de más de tres décadas de carrera, lanzan un recopilatorio con 31 de sus singles. Lo titulan Maximum Rock'N'Roll, porque el rock and roll ha sido la única constante en su carrera: cuando han hecho rock and ­roll, casi siempre han fracasado; cuando han sido rock and roll —muchas veces sin tocar apenas una guitarra—, han alcanzado cotas de genialidad inapelables. En 2019, todo lo que han hecho Primal Scream está pasado de moda. Desde ser una especie de banda de versiones de The Byrds (sus dos primeros largos) a un ripio de Rolling Stones (el pastiche Give Out, But Don't Give Up y el insustancial Riot City Blues), pasando por convertirse en el combo que inventó el cruce entre el cuerpo de la electrónica y el espíritu del indie (el clásico Screamadelica, el eterno Vanishing Point y el sorprendente More Light) o la banda más peligrosa y revolucionaria del punk del cambio de siglo (su obra cumbre, XTRMNTR, y su infravalorada secuela, Evil Heat).

No hay banda imprescindible más irrelevante que Primal Scream. Y esto puede parecer una incongruencia, pero no lo es si pensamos que, tras todo lo que han acometido y lo que han dejado a medias, lo que han construido y lo que han roto, uno es seguidor de Primal Scream porque es el grupo de las últimas décadas que más bellas ruinas ha dejado. La personalidad de ­Bobby Gillespie y los suyos es algo que se ha colocado muy por encima de su corpus musical. Primal Scream es una idea. Por eso, aunque nada de esto hoy suene demasiado relevante, este disco se escucha y se disfruta sin un ápice de nostalgia. Y además, bueno, aún hoy ver a los británicos en directo sigue siendo una experiencia deliciosamente demoniaca. Cualquier festival del mundo que se precie debe tener a Primal Scream en su cartel, porque no existe banda sobre la faz de la tierra capaz de hacer lo que hacen ellos en un escenario a las tres de la madrugada enfrente de una audiencia formada por unas gentes intoxicadas que conocen apenas un par de sus temas.

Primal Scream. 'Maximum Rock'N'Roll'. Sony

Sobre la firma

Archivado En