Los festivales no serán lo mismo sin Keith Flint

A casi cualquier persona que haya pisado un festival de música en las últimas dos décadas le va a resultar extraño no volver a disfrutar de Keith Flint sobre uno de estos escenarios. El cantante de The Prodigy ha muerto este lunes a los 49 años en su casa de Essex, en Inglaterra. Se va el auténtico líder de una banda que ha pasado por algunos de los mejores festivales del mundo y que este 2019 ya había confirmado visita a España, como cabeza de cartel del renacido Doctor Music Festival de Lleida, y a Colombia...

A casi cualquier persona que haya pisado un festival de música en las últimas dos décadas le va a resultar extraño no volver a disfrutar de Keith Flint sobre uno de estos escenarios. El cantante de The Prodigy ha muerto este lunes a los 49 años en su casa de Essex, en Inglaterra. Se va el auténtico líder de una banda que ha pasado por algunos de los mejores festivales del mundo y que este 2019 ya había confirmado visita a España, como cabeza de cartel del renacido Doctor Music Festival de Lleida, y a Colombia, concretamente, al Estéreo Picnic de Bogotá. Sin duda, la clave para que hayan encajado en el universo festivalero ha sido su sabiduría para combinar distintos estilos musicales, una característica inherente a estas citas musicales.

El nombre de The Prodigy siempre ha sido un habitual de los carteles y ha sonado cada verano en la mayoría de quinielas festivaleras. Sobre todo porque su música y su show aseguran un objetivo clave para cualquier evento de este tipo: revolucionar al público y mantenerlo despierto hasta el final. Y es que Keith Flint fue el culpable, por ejemplo, de que el estreno del Mad Cool en 2016 fuese memorable. Lo cierto es que la actitud de esta banda legendaria sobre el escenario siempre ha contado con los ingredientes necesarios para que los miles de personas que abarrotan estos lugares deseen sobrevivir hasta el amanecer.

Keith Flint fue uno de los fundadores en 1990 de la que ha sido una de las formaciones musicales más influyentes de los últimos tiempos, lo hizo junto a Liam Howlett y Leeroy Thornhill. Ellos y Maxim Reality impregnaron los noventa con grandes éxitos como Smack My Bitch Up, Breathe o Firestarter, canciones que aún hoy se revelan como imprescindibles en las horas más desenfadadas de un festival. Un dato clave para entender el espectáculo que crea The Prodigy es que Flint empezó como bailarín de la banda y acabó siendo la voz y la imagen de un grupo donde la estética y los movimientos nunca han pasado inadvertidos.

Recientemente, en 2018, lanzaron su séptimo álbum, No Tourists, un trabajo que presentaron en algunos festivales españoles, como el Mallorca Live, el Tsunami Xixón, el 4ever Valencia Fest y el Extremúsika. La historia festivalera de The Prodigy en España se teje con actuaciones únicas en el FIB, en el Bilbao BBK Live o en el desaparecido SOS 4.8, y con su presencia en una de las fiestas electrónicas más populares de España como lo fue Monegros. Su paso por nuestro país también tuvo una parada complicada en el extinto Festimad, allá por 2005, cuando un incendio interrumpió a los creadores de The fat of the land (1997). Las composiciones bailables también les han hecho pasar por los heterogéneos Cruïlla, de Barcelona, y Weekend Beach, de Málaga.

Este lunes, tras conocerse la muerte de Flint, Emily Eaves, una de las organizadoras del mítico festival Glastonbury de Reino Unido, ha mostrado su tristeza en Twitter y ha aprovechado para comunicar que la banda era una de las confirmaciones que tenían previstas para su próxima edición. La agrupación ya había pasado por el festival del barro en tres ocasiones, logrando en 1997 ser la primera banda dance en liderar este evento. Además, los ingleses también han actuado a lo largo de su carrera en otras grandes citas internacionales como son Coachella y Lollapalooza.