En tierra extraña

Stile Antico rinde homenaje a los compositores perseguidos por sus creencias religiosas en la Inglaterra isabelina

Portada de 'In a Strange Land'.

El título no hace referencia a la canción que inmortalizó Concha Piquer, ni es la traducción parcial de un famoso tema de Iron Maiden. La referencia es, en este caso, tanto a Inglaterra en cuanto “tierra extraña” que había prohibido a muchos de sus súbditos la práctica religiosa católica como a aquellos países extranjeros que acogieron a compositores ingleses exiliados que querían mantenerse fieles a la Iglesia de Roma. John Dowland se sintió rechazado, por ejemplo, por pensar que la reina lo tenía por un “papi...

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El título no hace referencia a la canción que inmortalizó Concha Piquer, ni es la traducción parcial de un famoso tema de Iron Maiden. La referencia es, en este caso, tanto a Inglaterra en cuanto “tierra extraña” que había prohibido a muchos de sus súbditos la práctica religiosa católica como a aquellos países extranjeros que acogieron a compositores ingleses exiliados que querían mantenerse fieles a la Iglesia de Roma. John Dowland se sintió rechazado, por ejemplo, por pensar que la reina lo tenía por un “papista contumaz”, mientras que Richard Dering y Peter Philips optaron por vivir libres de persecución en los Países Bajos.

Isabel I fue una gran amante de la música. Una miniatura de Nicholas Hilliard la representa tocando ella misma el laúd y, poco después de su muerte, John Clapham escribió que “en asuntos de recreación, como cantar, bailar y tocar instrumentos, no fue ni ignorante ni excelente”. Por eso concedió privilegios especiales a William Byrd, católico confeso, y las dos piezas suyas que interpreta aquí el grupo británico Stile Antico, Tristitia et anxietas y Quomodo cantabimus, a cuál más extraordinaria, están llenas de resonancias extramusicales y mensajes en clave para quienes compartían su fe maniatada. De ahí que escuchemos aquí lamentaciones (como las de Robert White que cierran el disco, un dechado ininterrumpido de dolor) o un sentimiento de nostalgia que emula la que sintieron los judíos durante su cautiverio en Babilonia.

Una obra contemporánea de Huw Watkins compuesta en 2014 para Stile Antico es la única música no renacentista incluida en In a Strange Land. Toma como texto El fénix y la tórtola, un críptico poema de William Shakespeare que podría interpretarse como una serie de alusiones alegóricas a los mártires católicos ingleses, comenzando por una al propio William Byrd en su primer verso: “Dejad al ave del canto más intenso / en el único árbol de Arabia / ser heraldo triste y resonante / a cuya voz las castas alas obedecen”. Las versiones de Stile Antico, que convierte en oro cuanto canta, son también intensas, emotivas y, por supuesto, tristes, muy tristes.

In a Strange Land. Elizabethan Composers in Exile. Stile Antico. Obras de Byrd, Dowland, Philips, Dering, De Monte, White y Watkins. Harmonia Mundi.

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