Imperio

En la promoción de ‘Empire’, la serie creada por Lee Daniels y Danny Strong, con un elemental e inútil deseo de dignificarla hablan de ‘El rey Lear’ como un referente esencial

Empire, la serie de Fox cuya segunda temporada se emite en la actualidad en el canal de pago Fox Life, se ha convertido en el gran éxito del tinglado empresarial de Rupert Murdoch, con sus casi 17 millones de espectadores estadounidenses en el final de la primera entrega, un triunfo que demuestra la enorme capacidad de asimilación del sistema para aceptar todo aquello que produzca beneficios, pese a que los planteamientos ideológicos o morales sean diametralmente opuestos a los de la cadena. Nada más lejos de los conservadores informativos de Fox que la historia de una familia negra q...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Empire, la serie de Fox cuya segunda temporada se emite en la actualidad en el canal de pago Fox Life, se ha convertido en el gran éxito del tinglado empresarial de Rupert Murdoch, con sus casi 17 millones de espectadores estadounidenses en el final de la primera entrega, un triunfo que demuestra la enorme capacidad de asimilación del sistema para aceptar todo aquello que produzca beneficios, pese a que los planteamientos ideológicos o morales sean diametralmente opuestos a los de la cadena. Nada más lejos de los conservadores informativos de Fox que la historia de una familia negra que alcanza la cima de la industria discográfica desde la violencia y el trapicheo de drogas de las calles de Harlem y Brooklyn, caldo de cultivo del maná del hip-hop.

En la promoción de la serie creada por Lee Daniels y Danny Strong, con un elemental e inútil deseo de dignificarla hablan de El rey Lear como un referente esencial. Elemental, porque nada más lejos de los diálogos de Shakespeare que las conversaciones de la familia Lyon, e inútil, porque Empire ha conseguido con la narración de la cruel lucha por el poder de sus miembros el apetecido éxito al margen de la sutileza del autor inglés. En realidad, sus referentes culturales están más próximos a los Carrington de Dinastía o a los Ewing de Dallas que al soberano de Bretaña.

Los expertos guionistas de la serie, con un gran reparto en el que sobresale la multipremiada Taraji P. Henson, a la que ya habíamos identificado como la detective Jocelyn Joss Carter de Person of Interest antes de asumir nuevamente la camaleónica condición de actriz de serie de televisión, dejan caer algunas pinceladas sociales del Nueva York negro y marginal, y, como contrapunto, la dirección artística nos ofrece una inmensa catarata decorativa en la que los gustos de la familia Trump o Gil y Gil resultan un canto al minimalismo al lado de los de la familia Lyon.

Archivado En