'Mad Men': la muerte y el final

La sombra de la muerte ha sobrevolado constantemente Mad Men. Desde los títulos de crédito iniciales hasta las muertes de personajes como la que marcaba el final de la primera tanda de capítulos de la última temporada, o la que tanto impacta a Don en el regreso de la serie. Mad Men ha vuelto para morir. Y si el episodio con el que regresa la serie es un indicativo de lo que vendrá, será una muerte más que d...

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La sombra de la muerte ha sobrevolado constantemente Mad Men. Desde los títulos de crédito iniciales hasta las muertes de personajes como la que marcaba el final de la primera tanda de capítulos de la última temporada, o la que tanto impacta a Don en el regreso de la serie. Mad Men ha vuelto para morir. Y si el episodio con el que regresa la serie es un indicativo de lo que vendrá, será una muerte más que digna. La despedida que Mad Men se merece.

Eso de que el final de la serie creada por Matthew Weiner —y que en España emite Canal + Series— marcará el final de una era en televisión, es más que una campaña de marketing. Mad Men es quizá la última superviviente de ese grupo de series que cambiaron el panorama televisivo, una era que empezó con Los Soprano y la explosión de la televisión de cable. Un grupo de series que juega con la ambigüedad moral tanto en sus tramas como en sus personajes, antihéroes que luchan en un mundo gris. Don Draper contra sí mismo. Don Draper contra la adversidad. Vendrán más series excelentes detrás de ella, por supuesto. Pero aquellos títulos revolucionarios que cambiaron el panorama televisivo llegan ahora a su fin.

Mad Men ha vuelto, y lo ha hecho para decir adiós definitivamente. En su regreso, vuelve a situar a los personajes en el nuevo panorama laboral en el que se encuentran, mostrando las consecuencias de las decisiones del pasado y abriendo nuevas preguntas para el futuro. Como esa constante presencia de la muerte. Fantasmas del pasado que visitan a Don. Vino que se derrama dejando un reguero de sangre. Vida y muerte. Presente y pasado.

Mad Men representa el final de una era no solo en la televisión. También es la historia del final de una época. Esa a la que Don Draper sigue anclado sin remedio. Los sesenta se terminan y con ella, los viejos tiempos. Llega la modernidad. Y Don nunca ha estado dispuesto a asimilarlo. Él sigue perdido, y lo seguirá estando sin remedio. Su pupila aventajada, Peggy, ha encontrado su camino en lo laboral pero está tan perdida o más que Draper en lo personal. En el pasado ya se ha visto que la soledad es uno de los factores que les une y seguro que en los capítulos que quedan por delante (solo seis ya, ay) habrá más encuentros y confesiones entre estos dos solitarios.

Algunos no lo entenderán. ¿Qué tiene esta serie, en la que no pasa nada? Tiene tanto que no cabe en palabras. Tiene sentimientos, sensaciones, personajes, vida. Y mientras llega el adiós definitivo, dejamos a Don sentado en la barra de un restaurante acompañado por sus fantasmas y por esa sombra que le ronda constantemente. La muerte y el final. La soledad. Mad Men.

Comentarios

Amén hermana!!!
Da gusto leer artículos tan bien escritos. Estoy deseando ver el primer capítulo del final de la serie y leer más artículos de Natalia Marcos.
Tuxedo vs Kistch: Don no se quita el esmoquin ni jubila el sifón porque él sigue siendo el mismo. Morirá con las botas puestas.
Cuestión de gustos como en todo, a mi novia le encanta y a mi me entra sueño...
Leyendo a Natalia, es fácil darme cuenta de que ama "Mad Men" tanto como yo. A estas alturas, poco más podemos decir, quien no vea nada en ella no lo va a hacer. Nosotros, en lugar de malgastar nuestras energías intentando convencerlos, debemos disfrutar los seis sorbos que nos quedan de esta ambrosía. "Los Soprano" me hizo sentir parecido en su final, pero no con tanta intensidad. This is the end, beautiful friend.
Por favor, me gustaría conocer vuestra opinión sobre este programa, gracias: http://goo.gl/gNTNqi
He visto casi todas las series que hay que ver, y tengo en mi pedestal, y en este orden a The Wire, Breaking Bad y Six Feet Under. Mad Men está muy bien, sí, pero le sobró la antepenúltima temporada y la última (la del pasado año). Viendo el primer capítulo del epílogo volví a tener la sensación de deja vù: Más de lo mismo, me cansa la reiterativa crisis existencial de Don Draper, además del principal defecto en que incurre la serie, el que la estética prime sobre las historias, a veces sumidas en el vacío más absoluto. Se ha destacado tanto el aspecto de revival de los 60 etc, que Mathew Weiner parece más preocupado en que al atrezo y la dirección artística no les falte una grapadora vintage que de cuidar los guiones.

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