Fryars y el talento descarado

Pocos discos de 2014 merecen tantas escuchas como esta segunda entrega de Benjamin Garrett

Pocos discos de 2014 merecen tantas escuchas como esta segunda entrega de Benjamin Garrett, londinense de 24 años dueño de un talento desatado. Una aproximación superficial podría hacernos pensar en un rutilante trabajo de pop electrónico: Fryars es telonero y compositor de Lily Allen, y Prettiest ones fly highest o, sobre todo, Cool like me causarían estragos en un disco de Daft Punk. Pero sucede que On your own y esa voz entre ecos parecen cosa de la ELO, Thing of beauty figuraría de largo como la mejor balada de Spandau Ballet, el encanto oriental de ...

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Pocos discos de 2014 merecen tantas escuchas como esta segunda entrega de Benjamin Garrett, londinense de 24 años dueño de un talento desatado. Una aproximación superficial podría hacernos pensar en un rutilante trabajo de pop electrónico: Fryars es telonero y compositor de Lily Allen, y Prettiest ones fly highest o, sobre todo, Cool like me causarían estragos en un disco de Daft Punk. Pero sucede que On your own y esa voz entre ecos parecen cosa de la ELO, Thing of beauty figuraría de largo como la mejor balada de Spandau Ballet, el encanto oriental de China voyage seduciría a Bowie o Scott Walker y The power exhibe el falsete más contagioso de la temporada. Y así hasta encontrarnos con Can’t stop loving you, pop barroco de una belleza desarmante, cántico sobrecogido en torno a ese tipo de amor agridulce pero irremisible.

Fryars. Power. Caroline / Music As Usual

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