Opinión

Leyenda y vida del escapista

El resultado de los cuatro capítulos de 'Houdini' es una historia que consigue su objetivo de entretener, especialmente en su primera mitad

Como con todo gran personaje, a Houdini le envuelve una leyenda que resulta complicado separar de la realidad. De ello se sirve la miniserie que Discovery Max estrenó el pasado miércoles. El oscarizado Adrien Brody se mete en la piel del gran escapista, el que siempre apostaba por el más difícil todavía. Candados, camisas de fuerza, urnas herméticas... Nada parecía resistírsele. “Mi mente es la llave que me libera”, dijo.

En los cuatro capítulos de esta ficción, producida por el estadounidense H...

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Como con todo gran personaje, a Houdini le envuelve una leyenda que resulta complicado separar de la realidad. De ello se sirve la miniserie que Discovery Max estrenó el pasado miércoles. El oscarizado Adrien Brody se mete en la piel del gran escapista, el que siempre apostaba por el más difícil todavía. Candados, camisas de fuerza, urnas herméticas... Nada parecía resistírsele. “Mi mente es la llave que me libera”, dijo.

En los cuatro capítulos de esta ficción, producida por el estadounidense History Channel dentro de su reciente apuesta por la producción propia, con series como Vikingos o Hatfields & McCoys, los espectadores se adentran en la cara y la cruz del personaje. El resultado es una historia que consigue su objetivo de entretener, especialmente en su primera mitad. Con buen ritmo, se va narrando el ascenso de Houdini en el mundo de la magia, la relación con quien será su esposa, los ensayos para lograr convertir en realidad lo inimaginable y los grandes montajes con los que alcanzó fama mundial.

También se aprovecha para romper el encanto de la magia y mostrar lo que hay detrás de esos trucos, mucho más rudimentarios de lo que uno pueda imaginar. Incluso se apunta su posible colaboración con el espionaje británico.

Una vez que ese buen punto de partida se agota, la ficción pierde fuerza y se enmaraña con las angustias personales del protagonista. Podría ser interesante conocer los fantasmas que habitaban en un personaje como Houdini, pero tras el alto nivel de entretenimiento y ritmo de la primera mitad, sorprende el cambio de derrotero.

En cualquier caso, con su buena factura visual, sus notables interpretaciones —Adrien Brody cumple como Houdini—, la buena ambientación y un montaje visual que imprime más ritmo aún, sobre todo en los primeros capítulos, Houdini se revela como un buen entretenimiento que cumple con lo prometido.

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