Una docena de suscriptores de EL PAÍS se reúnen con la directora del periódico en la redacción de Barcelona
Los lectores conversaron con Pepa Bueno sobre la independencia del diario, la desinformación o la inteligencia artificial
Una docena suscriptores se reunieron este miércoles con la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, en la redacción del diario en Barcelona. Con un alto nivel de conocimiento y detalle del periódico, mostraron mucho interés por la sostenibilidad económica del diario como garantía de su independencia. Sobre la fórmula de las suscripciones reflexionaron acerca de las reticencias que parte de la ciudadanía tiene a pagar por información, cuando muchas personas no tienen reparo en pagar por plataformas de contenidos de ficción. Mostraron también preocupación por el combate contra el “mal periodismo”, las “fake news” o la cantidad de información que generan las declaraciones de los políticos en España.
Sobre la sostenibilidad del diario, Bueno dejó claro que la clave es la “independencia económica”, de ahí la apuesta por el modelo de suscripción “una comunidad de lectores que valoren la información de calidad”, en un contexto en el que la publicidad en prensa ha caído, mientras ha aumentado en las plataformas o redes sociales. Ante las noticias falsas o bulos, la directora recordó que el periodismo de calidad siempre ha hecho lo que ahora se llama “fact checking”, contrastar, contrastar y contrastar.
En la charla varios profesores de secundaria se revelaron grandes aliados de la prensa escrita, aunque discreparon sobre si los jóvenes acaban llegando a una cabecera como la de EL PAÍS cuando buscan información relevante, o no tienen interés por el periodismo tradicional. “Tendemos a pensar que los que no somos nativos digitales tenemos tenemos más bagaje para rechazar bulos, pero los nativos digitales se mueven en su hábitat y los distinguen antes”, resaltó Bueno, que se mostró convencida de que cuando buscan información de calidad, “saben cuál es la manera de encontrar agua potable”.
También defendieron el uso de distintos registros de lenguaje cuando el diario escribe en papel, en web o en redes sociales como Tik Tok. La directora coincidió con el grupo y afirmó que la receta, por más que pueda cambiar el lenguaje, es siempre la misma: “Rigor”. Más allá de los docentes, se generó un interesante debate sobre qué porcentaje de lectores de prensa sería “razonable” en una sociedad.
Las newsletter del diario y los podcast fueron muy aplaudidos, hasta el punto de que algún lector pidió contenido más largo, con entrevistas que consideró que tienen salida incluso si son muy extensas, de una hora o más de duración.
Respecto al uso de la tecnología, también hubo mucho interés sobre la inteligencia artificial y qué uso hace el periódico de esta herramienta. La directora aclaró que por ahora no se utiliza, que se elaborará un protocolo genérico, pero que, si se diera el caso, siempre habría un periodista editando y aplicando su criterio. Y por supuesto que todo se hará con transparencia hacia los lectores. También reveló que, igual que EL PAÍS está estudiando cómo afronta este desafío, ha constatado que lo están haciendo el resto de grandes cabeceras internacionales.