Javier Rodríguez Marcos, subdirector de Opinión de EL PAÍS
Asume el cargo con el reto de “alternar el análisis reposado con la interpretación rápida de fenómenos que necesitan un contexto”
La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, ha nombrado a Javier Rodríguez Marcos subdirector de Opinión. Nacido en Nuñomoral (Cáceres) hace 53 años, Rodríguez Marcos ocupaba hasta ahora el puesto de jefe de sección de Babelia, el suplemento cultural de EL PAÍS, y ya formaba parte del Comité Editorial del diario. Entre 2012 y 2014 coordinó el blog de pensamiento Tormenta de ideas dentro de la sección de Cultura y desde 2015 publicaba la columna “Tipo de letra” sobre libros, debates y tendencias. Se incorporó a este periódico en 2001 procedente del diario Abc.
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, amplió estudios sobre literatura latinoamericana en la de Nantes, con especial interés en el exilio provocado por las dictaduras cívico-militares del Cono Sur a partir de los años setenta. Más tarde obtuvo la Beca Valle-Inclán de la Academia de España en Roma.
Formó parte del equipo fundacional de la revista de estética Sub Rosa, que en los años noventa sirvió de puente entre creadores y filósofos de España y Portugal. Desde entonces se ha movido entre la teoría de la cultura, la literatura y las artes plásticas. Al frente de esa publicación estaba su hermano, Julián Rodríguez, fundador de la editorial Periférica y de la galería Casa sin Fin y fallecido en 2019.
En 2001 comisarió para el Museo Reina Sofía de Madrid la exposición Minimalismos, un signo de los tiempos a partir del libro del mismo título publicado un año antes en la editorial Gustavo Gili, del que es coautor. De la torre de marfil a la torre de control, Los trabajos del viajero (tres lecturas de Cervantes) y Medio mundo son otros de sus ensayos. En 2002 obtuvo el Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España por el poemario Frágil (Hiperión). Más tarde publicaría, dentro del mismo género, Vida secreta (Tusquets). También ha prologado la obra de autores como Blas de Otero, Pedro Casariego Córdoba o Giovanni Nucci.
En 2010 fue enviado por EL PAÍS a cubrir el Congreso Internacional de la Lengua de Valparaíso pero terminó informando sobre el seísmo que arrasó la costa sur de Chile en medio del cambio de Gobierno de Michelle Bachelet a Sebastián Piñera y con los militares en las calles para garantizar el toque de queda. De aquella experiencia surgió la crónica Un torpe en un terremoto, publicada por la editorial Debate en su colección “La ficción real”. América Latina sigue siendo uno de sus centros de interés.
Sus objetivos al frente de Opinión pasan por “consolidar la transformación digital de la sección y la exploración de nuevos formatos para audio, vídeo y redes sociales. El reto es alternar el análisis reposado con la interpretación rápida de fenómenos que necesitan un contexto veraz antes de que los creadores de bulos intenten tergiversar su naturaleza y su alcance. No hay buena opinión sin buena información”.
Jordi Gracia, predecesor de Rodríguez Marcos en el cargo, continuará en EL PAÍS como adjunto a la directora y se incorpora a la revista tintaLibre como codirector editorial tras el acuerdo alcanzado entre EL PAÍS e Infolibre para impulsar conjuntamente una nueva etapa de la publicación, centrada en el pensamiento y en la cultura latinoamericana. Gracia, que lleva cerca de dos décadas vinculado al periódico, es catedrático de Literatura Española por la Universidad de Barcelona y autor de numerosos ensayos, estudios y antologías con especial foco en la historia cultural y política española durante la posguerra y la democracia, la relación con Latinoamérica y el pensamiento progresista.