Los zapatos chilenos de Messi son pura basura
El astro campeón del mundo ofrece su fama para salvar el planeta, con un botín fabricado por Karün, una empresa chilena de anteojos radicada en Puerto Varas, que convierte desechos en objetos de moda
Thomas Kimber a los 10 años soñaba con ser Bill Gates. Cuando ingresó a estudiar Economía a la universidad, no fue capaz de soportar las discusiones con sus profesores. A los 18 años decidió emprender sustentablemente desde su natal Puerto Varas, en el sur de Chile, creando una empresa llamada Karün que hoy tiene presencia en 17 países y que promete una revolución de la mano con la naturaleza.
El modelo Karün de regeneración fabrica lentes con materiales de desecho recogidos preferentemente de los océanos. O, en su último emprendimiento, de las colillas de los cigarrillos. Fue así como se asociaron con la Fundación Join The Planet, que reutiliza basura obtenida de ríos, mares y vertederos para elaborar productos valiosos que sirvan para convencer al planeta de proteger y regenerar los ecosistemas naturales. De esta unión nació el botín chileno que Lionel Messi convertirá en arte.
En rigor, el campeón del mundo, de América y de Europa impulsó la iniciativa con este zapato de fútbol que cuesta 300 dólares y que ya está en los hogares de varias celebridades interesadas no sólo en la fama del 10, sino de la salvación del planeta. El botín está fabricado con redes de pesca rescatadas de los mares de la Patagonia, tapas de botellas y fibra de vidrio recolectada en Indonesia, China, Tailandia, India y Ghana.
Los fondos que recolecte la venta de la escultura a público se destinarán directamente a Join The Planet, que anticipó que una de las primeras labores será la limpieza de las riberas del río Paraná que cruza la ciudad natal del astro, Rosario.
El diseño del zapato-obra de arte es enteramente chileno, los colores fueron aprobados por el delantero del Inter de Miami y la iniciativa fue certificada por las autoridades ambientales. Un video del rosarino dio el vamos a la iniciativa. Y aunque fiel a su espíritu lacónico y a la diversidad comercial que lleva su marca, Messi declamó que “con esfuerzo y sentido de comunidad podemos cuidar al planeta”.
A Kimber, el creador de Karün, ni siquiera le gusta el fútbol. Desde Puerto Varas confiesa que la asociación con “la que es, probablemente, la persona más famosa del mundo, es todo un desafío para nosotros. Estamos emocionados porque es un paso crucial en la lucha contra la contaminación del planeta”. Después de más una década de fabricar lentes y perseguir una idea, esta asociación posibilita llevar un mensaje a millones de personas”. Aunque para lograrlo tuvieran que controlar la ansiedad y cultivar la paciencia, para un proceso que fue largo y complicado, y que en algún momento temieron los desviara de su propósito inicial.
Así, con un zapato que nace de redes marinas y tapas de botella rescatadas de la naturaleza, Messi busca su mejor remate, transformando basura en esperanzas.
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