“Hubo mucha violencia y tortura”: el caso del marino chileno secuestrado durante cinco días en Ecuador
La canciller de Chile celebra el rescate, pero advierte que el estado de salud de Luis Toledo, a quien le amputaron dos dedos, es delicado
La violencia y tortura que sufrió el chileno Luis Toledo, de 31 años, en un secuestro durante cinco días en Guayaquil, Ecuador, lo tienen en un estado de salud delicado. Así lo comunicó la canciller de Chile, Antonia Urrejola, tras su rescate el pasado domingo por parte del equipo Especial de Negociación y Rescate de Rehenes en Ecuador. Toledo es cabo primero de la Armada de Chile, pero está de excedencia por dos años. Dos de los involucrados en el secuestro han sido detenidos, según las autoridades ecuatorianas. La hipótesis es que sus captores supusieron que Toledo tenía una situación financiera saludable, pero las investigaciones continúan.
La noche del martes 29 de noviembre, la ecuatoriana María Verónica Guartatanga llegó a su casa en una urbanización a 15 kilómetros al norte de Guayaquil. Le llamó la atención que no la esperaba ni su perro ni su esposo. Intentó contactar a Toledo, pero tenía el móvil apagado. Preocupada, salió a buscarlos sin éxito por el barrio y acabó llamando a la policía. Cerca de la medianoche, recibió un mensaje anónimo a través de WhatsApp en el que le advertían que su esposo tenía “un serio problema”. El texto iba acompañado de una imagen en la que el marino estaba atado de pies y manos, y sin un dedo en la mano izquierda. El secuestrador le pidió a Guartatanga un rescate de 100.000 dólares, pero ella respondió que no tenía ese dinero. Entonces, el interlocutor amenazó con que uno de los individuos que lo acompañaba lo iba a matar, según el relato de la mujer a la Fiscalía ecuatoriana.
El calibre de las amenazas encendieron las alarmas en Quito y Santiago. La Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), en conjunto con la Interpol y autoridades de ambos países trabajaron en conjunto en el rescate. En conversaciones con familiares de Toledo, oriundo de la sureña región chilena del Biobío, los secuestradores les pidieron un adelanto del dinero para “tratarlo bien” y “comenzar a arreglarlo” con medicamentos, según los mensajes que mostraron a la prensa local.
La Unidad Nacional de Investigación Antisecuestros y Extorsiones de Ecuador (UNASE) logró georeferenciar la ubicación desde donde se emitían los videos, mensajes y audios. “Debido al nivel de violencia contra la víctima, la UNASE activó inmediatamente su Comité de Crisis”, informó el ministerio de Interior ecuatoriano. Los agentes encontraron el pasado domingo a Toledo con vida en la violenta localidad de Durán, 50 kilómetros al sur de donde se produjo el secuestro. El coronel Fabary Montalvo, jefe de la Zona VIII de la Policía de Ecuador, informó que una vez que los secuestradores se percataron de la presencial de la institución del orden, se asustaron y liberaron al marino.
En el procedimiento, detuvieron a un hombre de 30 años sin antecedentes penales y, horas más tarde, a otro. La Fiscalía presentará cargos contra ambos por su posible participación, mientras continúan las pesquisas en las que aseguran que hubo al menos cinco implicados.
Monsalvo aclaró que la Policía Nacional de Ecuador no realizó ninguna transacción monetaria con los secuestradores. Sin embargo, la familia de Toledo sí les habría transferido 2.000 dólares a una cuenta bancaria. La hipótesis que barajan por el momento es que la víctima “tuvo algún tipo de acercamiento con un individuo que pensaba que tenía una posición económica elevada” y suponía que podía beneficiarse del secuestro.
La madre de Toledo, Yessenia Cruces, y otros familiares de la víctima, recibieron un informe del rescate por parte de la policía de investigaciones chilena en Concepción. “Gracias a Dios mi hijo está bien. Lo rescataron. Y solamente eso. Dar las gracias a la policía de acá, de Chile, a todos los que estuvieron involucrados”, afirmó la mujer que llevaba días pidiendo ayuda ante los medios locales. La canciller Urrejola aseguró el lunes que el cabo fue objeto “de malos tratos y torturas” y que su salud es delicada porque “hubo mucha violencia”. “Eso apareció en la prensa, pero lo importante es que él ha sido liberado y está vivo”, dijo. La ministra de Relaciones Exteriores añadió que se comunicó con el canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, y que las autoridades ecuatorianas están investigando los hechos.
Toledo está internado en un hospital de Guayaquil. El chileno se mudó a principios de año a Ecuador, donde se casó con María Verónica Guartatanga. Cuando la Armada de Chile se enteró del secuestro, ofreció activar sus protocolos de ayuda y aclaró que el cabo está haciendo uso de un permiso especial, sin goce de sueldo, desde enero de 2022.
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