El PSOE de Madrid denuncia a la empresa de los “pisos colmena”
El escrito pide que la Fiscalía investigue una posible estafa de la compañía que ha generado una burbuja de atención mediática a base de mentiras y exageraciones
El grupo municipal del PSOE en Madrid presentó ayer ante la Fiscalía una denuncia por posible estafa y publicidad engañosa contra Haibu 4.0, la empresa que ha armado un gran revuelo asegurando que construirá en Madrid decenas de “pisos colmena”, viviendas con pequeños habitáculos para dormir. La denuncia se conoce dos meses después de que la cara visible de la empresa, Marc Olivé,...
El grupo municipal del PSOE en Madrid presentó ayer ante la Fiscalía una denuncia por posible estafa y publicidad engañosa contra Haibu 4.0, la empresa que ha armado un gran revuelo asegurando que construirá en Madrid decenas de “pisos colmena”, viviendas con pequeños habitáculos para dormir. La denuncia se conoce dos meses después de que la cara visible de la empresa, Marc Olivé, llegara a la capital para promocionar su modelo como solución a la crisis de la falta de vivienda asequible, generando una burbuja de atención en medios de comunicación.
El escrito presentado por la concejal Mercedes González advierte que la empresa continúa ofertando el alquiler de los “pisos colmena” y recaudando 300 euros de señal a los interesados, a pesar de que las supuestas viviendas claramente violarían las condiciones de habitabilidad de las normas estatales y municipales. “El engaño puede alcanzar a miles de personas que de buena fe entregan las cantidades económicas que por reserva y alquiler les pide Haibu 4.0 para acceder a sus pisos colmena, para luego encontrarse sin contraprestación alguna”, advierte el texto.
El administrador único de la empresa, Eduardo Jausi, reveló la semana pasada que Olivé está engañando a clientes y potenciales inversores, ya que ambos rompieron hace meses y este no tiene derecho a usar el nombre de la empresa. Ambos lanzaron Haibu 4.0 en agosto de 2018 como un globo sonda, un experimento para conocer la opinión de la población. Pusieron carteles en las calles de Barcelona anunciando los pisos y solo después de generar polémica consiguieron financiación para abrir un par de pequeños pisos de este tipo. Las autoridades locales se los precintaron.