El PSC se postula como el freno de las derechas

Los socialistas catalanes aspiran a remontar los pobres resultados de las últimas generales en las que se quedaron con siete diputados

La cabeza de lista del PSC, Meritxell Batet, y el ministro de Ciencia, Pedro Duque, durante su visita al Observatorio Astronómico y la Fundación del Hospital Parc Taulí.EFE/ Susanna Sáez

Los socialistas catalanes afrontan la campaña con la intención de dejar de lado el procés, convencidos de que lo que está en juego es la dicotomía entre derechas o izquierdas. Parten de la idea de que más allá de sus fieles, pueden aglutinar un voto útil, el del electorado que entiende que de lo que se trata es de frenar un posible tripartito de derechas del Partido Popular, Ciudadanos y Vox. Los socialistas, que en las generales siempre había sido la fuerza más votada en la ciudad de Barcelona, sufrieron dos derrotas consecutivas en las legislativas del invierno de 2015 y junio de 20...

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Los socialistas catalanes afrontan la campaña con la intención de dejar de lado el procés, convencidos de que lo que está en juego es la dicotomía entre derechas o izquierdas. Parten de la idea de que más allá de sus fieles, pueden aglutinar un voto útil, el del electorado que entiende que de lo que se trata es de frenar un posible tripartito de derechas del Partido Popular, Ciudadanos y Vox. Los socialistas, que en las generales siempre había sido la fuerza más votada en la ciudad de Barcelona, sufrieron dos derrotas consecutivas en las legislativas del invierno de 2015 y junio de 2016, tanto en Barcelona como en Cataluña, donde el partido más votado fue Catalunya en Comú Podem, que obtuvo 12 de los 47 escaños en liza. En las generales de 2016, el PSC se vio relegado a la cuarta plaza, con siete diputados, por detrás de Convergència Democràtica de Catalunya (8) y ERC (9).

Para la cita del 28 de abril, el PSC tiene a su favor los buenos pronósticos de las encuestas que le sitúan inmediatamente detrás de los republicanos: la encuesta del CIS adjudica 9/10 a ERC y 8/9 a los socialistas, y la del CEO apuntaba 14/15 diputados a los republicanos y 11/13 a los socialistas. Sin embargo, la cabeza de lista por Barcelona y ministra de Política Territorial, Meritxell Batet,que ya lo fue en las generales de 2016, no quiere fiarse demasiado de los pronósticos y, a diferencia de entonces, la campaña actual se ha diseñado con una mayor presencia en el territorio en forma de actos políticos y otras actividades.

La candidata se apoyará, en parte, en el legado de los nueve meses del gobierno de Pedro Sánchez. De eso ha hablado este jueves en el acto de inicio de campaña, en Santa Coloma de Gramenet, en el que se dirigió a ERC: "Ser de izquierdas es hacer políticas de izquierdas y no sostener un gobierno que no hace políticas —ni las hace de izquierdas— ni piensa en los catalanes; no es hacer la pinza con la derecha para tumbar al Gobierno socialista ni impedir tramitar unos presupuestos buenos para Cataluña". Un acto con el cartel de fondo del lema de la campaña de Sánchez pero en catalán "Fes que passi", un mensaje que se ha combinado en otras actividades de la precampaña con el lema del manifiesto del PSC: "L'Espanya que volem".

De salida, el  PSC se plantea una campaña en la que no quiere incidir demasiado en la cuestión territorial para poner el acento en los valores clásicos de la socialdemocracia, de las políticas que inciden en la vida de los ciudadanos. Una cajón de sastre en el que cabe todo, desde las políticas energéticas, las desigualdades sociales o las de género. Presentando la necesidad de preservar ese modelo frente a una derecha que amenaza con deconstruirlo. Parecido discurso que el que mantienen a nivel territorial: defender la autonomía porque la derecha puede suponer su destrucción.

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