Opinión

Raval o la indignación por reivindicar lo obvio

Hay una deficiencia histórica y lo prioritario sería dotar al barrio de infraestructuras para corregir la brecha

Asamblea de los vecinos de Riera Baixa. JUAN BARBOSA

Partimos de hechos: la esperanza de vida en el barrio del Raval de Barcelona es seis años inferior a la de la parte alta de la ciudad. Existe una deficiencia histórica socioeconómica y sanitaria no resuelta y lo prioritario sería dotar al barrio de infraestructuras apropiadas para corregir esta brecha social, para mejorar, literalmente, la vida de los vecinos. Nada más lejos de la realidad. Bajo la excusa de la regeneración del Raval se ha impuesto durante más de dos décadas un modelo de ciudad basado en la creación de un corredor cultural paralelo a la Rambla. Esta visión de la ciudad ha frac...

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Partimos de hechos: la esperanza de vida en el barrio del Raval de Barcelona es seis años inferior a la de la parte alta de la ciudad. Existe una deficiencia histórica socioeconómica y sanitaria no resuelta y lo prioritario sería dotar al barrio de infraestructuras apropiadas para corregir esta brecha social, para mejorar, literalmente, la vida de los vecinos. Nada más lejos de la realidad. Bajo la excusa de la regeneración del Raval se ha impuesto durante más de dos décadas un modelo de ciudad basado en la creación de un corredor cultural paralelo a la Rambla. Esta visión de la ciudad ha fracasado porque, además de poner en bandeja una especulación inmobiliaria escandalosa, ha contribuido a que el Raval siga siendo el Chino de siempre, una de las zonas de Barcelona con mayor desempleo, menor renta y peor puntuación en los indicadores sociales y sanitarios.

Resulta triste constatar que el conflicto generado durante los últimos nueve meses —tras la propuesta de creación de un nuevo Centro de Atención Primaria (CAP) del Raval Nord en la antigua Capilla de la Misericordia— ha sido víctima y rehén de este relato de ciudad que da prioridad a unos intereses particulares opuestos a los de la gente del barrio. Tras 13 años esperando una solución a los graves problemas de equipamiento, usuarios y sanitarios del CAP Raval Nord nos hemos visto forzados a crear la plataforma CAP Raval Nord digne!. Pero, ¿no es acaso indignante que tengamos que reivindicar lo obvio?

La Capilla es un espacio público que fue cedido en 2013 al MACBA para su ampliación. El acuerdo contiene una cláusula de vencimiento si en cinco años no se ejecuta ningún proyecto, y es exactamente lo que ha ocurrido. Que nuestra plataforma reivindique este espacio para la creación de un nuevo CAP no es un capricho: 1) el actual edificio del CAP del Raval Nord presenta deficiencias severas que no garantizan una atención sanitaria adecuada; 2) es el único entorno del barrio que cumple con los requisitos tras la valoración por los técnicos de CatSalut; 3) su disponibilidad y ejecución serían inmediatas, hay partida presupuestaria y la situación lo urge; y 4) su ubicación es correcta para atender a la población de referencia.

Durante estos meses hemos asistido atónitos a la prioridad política y mediática que se le ha dado al proyecto del MACBA y a la creación de un falso enfrentamiento entre salud y cultura. Pero también hemos sido testigos de cómo el murmullo tímido inicial a favor de un nuevo CAP se ha convertido en un grito fuerte y decido, en un movimiento coral que ha incendiado una ciudad harta de un modelo basado en la elitización y turistificación, con más de 6.500 vecinos y hasta 400 personas y entidades culturales y vecinales respaldando una iniciativa legislativa popular en la que hemos pedido que se derogara el convenio entre el MACBA y el Ayuntamiento. La votación del 22 de febrero fue histórica por haber sido la primera iniciativa que se vota en un plenario del Ayuntamiento y porque la hemos ganado. Los ciudadanos, los sanitarios y los que queremos una Barcelona para quienes vivimos en ella.

El proyecto es urgente, y es necesario que se apruebe y ejecute antes de las elecciones. Sólo nos queda apelar a la responsabilidad de los actores políticos para que no demoren tácitamente esta decisión popular una vez más, para que pongan su grano de arena y que el Raval sea un barrio donde poder vivir dignamente. Porque no lo olviden, el Raval existe porque resiste.

César Serrano García es miembro de la Plataforma CAP Raval Nord digne!

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