Un policía nacional fuera de servicio siembra el pánico al sacar su arma en una discoteca

El agente encañonó y amenazó a varios clientes hasta que fue reducido

El Pub Maruja, en Coslada, en una imagen de Google Maps.

Un policía nacional fuera de servicio sembró el pánico la madrugada del pasado sábado en una discoteca de Coslada, tras desenfundar su arma reglamentaria y encañonar a varios clientes que bailaban en el local, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El agente ha sido separado del servicio y se le ha abierto un expediente disciplinario que puede acarrear su expulsión del cuerpo. Pertenece a los radiopatrullas, en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, con sede en la comisaría del distrito de Moratalaz.

Según fuentes del caso, el funcionario t...

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Un policía nacional fuera de servicio sembró el pánico la madrugada del pasado sábado en una discoteca de Coslada, tras desenfundar su arma reglamentaria y encañonar a varios clientes que bailaban en el local, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El agente ha sido separado del servicio y se le ha abierto un expediente disciplinario que puede acarrear su expulsión del cuerpo. Pertenece a los radiopatrullas, en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, con sede en la comisaría del distrito de Moratalaz.

Según fuentes del caso, el funcionario tuvo ya un primer altercado en la discoteca Ícaro, en la calle de Argentina, donde intentó entrar junto a sus tres acompañantes (un empresario local y otros dos policías nacionales). Los porteros no le dejaron acceder al interior, pese a que mostró su placa oficial. Ante la negativa de los porteros, se dirigió al cercano pub Maruja, situado en el número 20 de la calle de Argentina, a unos 100 metros del anterior local.

Conforme avanzaba la noche, los dos compañeros se marcharon y le dejaron con el empresario. Alrededor de las 4.30 de la madrugada, el policía sacó, por causas aún no esclarecidas, su pistola HKCompact y empezó a exhibirla ante todos los presentes. Algunas fuentes aseguran que el local tenía bastante aforo en ese momento, con cerca de dos centenares de personas.

Además de encañonar en el pecho y en la cabeza a los clientes que tenía más cerca, algunas fuentes apuntan a que también les amenazó con dispararles, lo que provocó el pánico de los asistentes. El policía empezó a apuntar a los clientes, que echaron a correr para escapar. Muchos temieron que se tratara de un ataque terrorista o de un loco que podía abrir fuego en cualquier momento. Según relataron algunos testigos, se vivieron momentos de mucho miedo hasta que varias personas, entre ellos los responsables del pub, avisaron a la Policía Nacional.

Destrozos en el coche patrulla

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Los responsables de seguridad del local lograron reducir al agente y quitarle la pistola sin que abriera fuego, y le retuvieron hasta que llegaron tres coches patrulla de la comisaría de Coslada. Al ver que era detenido, el agente comenzó a revolverse para intentar huir, y opuso una gran resistencia. Los policías le introdujeron con gran dificultad en el coche oficial, pero el arrestado no depuso su actitud. Comenzó a golpear dentro del vehículo hasta que rompió la mampara de seguridad que separa la zona de los detenidos de la del conductor y el copiloto, además de las ventanillas, según fuentes policiales.

Los funcionarios le trasladaron a la comisaría, tras ser sometido a un reconocimiento médico en el hospital de la localidad. Al arrestado se le imputan diversos delitos, como atentado contra agente de la autoridad (por oponerse a la detención), amenazas graves con un arma de fuego, daños, lesiones, resistencia y desobediencia, entre otros. Fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid explicaron que los agentes también detuvieron al empresario, al que acusaron de los delitos de resistencia y desobediencia. Estas fuentes recalcaron que durante el incidente no se produjeron heridos.

Los agentes de la comisaría de Coslada regresaron después al local porque el detenido había perdido allí la placa. Algunas fuentes apuntan a que no fue recuperada. Los dos arrestados ya fueron puestos a disposición del juez de guardia, que ordenó su libertad con cargos, pendientes de ser requeridos por el juzgado que instruya el caso. La pistola fue decomisada y remitida también al juzgado de Coslada. Los investigadores están a la espera de recibir el informe toxicológico del agente, por si estaba ebrio o había consumido alguna sustancia estupefaciente. Este periódico intentó recabar, sin éxito, la versión de lo ocurrido a los responsables del pub donde se produjeron los hechos.

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