El arte de la novela histórica

Los artistas llevan incorporado, casi por deformación profesional, aspectos oscuros o complejos, ya en su vida como en su obra. Ahí está la efervescencia performancística de Salvador Dalí, la torturada relación y las peripecias por el México insurgente de Frida Kahlo y Diego Rivera; el aún parcialmente enigmático periodo de Picasso en Horta de Sant Joan o la desaparición nunca esclarecida de El segador, el gran mural que Joan Miró realizó para la Exposición Internacional de París de 1937. Sin duda, material incandescente para la inspiración novelesca. Por ello, esos artistas ...

Los artistas llevan incorporado, casi por deformación profesional, aspectos oscuros o complejos, ya en su vida como en su obra. Ahí está la efervescencia performancística de Salvador Dalí, la torturada relación y las peripecias por el México insurgente de Frida Kahlo y Diego Rivera; el aún parcialmente enigmático periodo de Picasso en Horta de Sant Joan o la desaparición nunca esclarecida de El segador, el gran mural que Joan Miró realizó para la Exposición Internacional de París de 1937. Sin duda, material incandescente para la inspiración novelesca. Por ello, esos artistas y esos episodios, que ya han protagonizado historias de ficción, serán las estrellas que, desde el formato de charlas, conferencias y mesas redondas, conformarán la ya sexta edición de Barcelona Novela Histórica, que desde hoy y hasta el viernes tendrá lugar en la capital catalana.

 La casi veintena de actos previstos darán juego para todas las tendencias artísticas y literarias. Así, en la Fundació Tàpies, tras la apertura por el escritor José Maria ridao (que al día siguiente hablará de su Durero) y la estudiosa de la literatura medieval Victoria Cirlot reflexionando sobre la creación artística (moderados por el comisario de Barcelona Novela Histórica, Félix Riera), la novela de Jordi Soler Diles que son cadáveres ya permitirá ver a la pintora Remedios Varo o a la polifacética Leonora Carrington cruzándose en la vida de Antonin Artaud, viajando de México a Irlanda para restituir una reliquia a San Patricio.

Por ahí también asoman Kahlo y Rivera, pareja que fue escrita por Carlos Fuentes, algo que analizarán el periodista Basilio Baltasar y la filóloga Dunia Gras, ya el miércoles en la biblioteca Jaume Fuster. El mismo día y lugar donde la autora de la novela Gala-Dalí, Carmen Domingo, y el historiador y crítico de arte Ricard Mas (Dalí i Barcelona), moderados por el escritor Martí Gironell (quien, además, será guía de lujo de diversos recorridos por la ciudad) disertarán sobre las relaciones del genial surrealista y su musa.

Si Francesc Miralles (El secret de Picasso), Esteban Martín (El pintor d’ombres) y Elías Gastón (presidente del Centro Picasso) jugarán, entre la ficción y la biografía, con el pintor malagueño, el novelista David Cirici (El lladre del Guernica) y el biógrafo Josep Massot (Joan Miró. El nen que parlava amb els arbres) pondrán sobre la mesa los demonios interiores del artista barcelonés. Será ya el viernes, horas antes de que el cubano Leonardo Padura (que el jueves habrá recibido el premio Barcino del festival) dialogue con Carme Riera sobre un cuadro de Rembrandt de vida azarosa, Cabeza de Cristo, que su detective Mario Conde rastrea en Herejes.

Un poco más alambicadas deberán ser las conexiones que deberán involucrar a Josep Pla y Truman Capote con el género en sus respectivas sesiones. Pero, como demostrarán las jornadas, la novela histórica puede con casi todo.