Ellas son The Influencers

Las mujeres copan la 14ª edición del festival que acoge el CCCB y que explora los aspectos más contradictorios de Internet

Aspecto de una de las propuestas que podrán verse en la 14ª edición de The Influencers.CCCB

Las mujeres serán las grandes protagonistas de The Influencers, un festival que pretende alumbrar las vertientes más oscuras de Internet y las redes sociales. La 14ªedición del evento, que arranca mañana en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), presenta, hasta el próximo sábado, un programa integrado casi exclusivamente por mujeres, artistas que trabajan en la intersección entre el arte, la tecnología y las nuevas culturas populares digitales.

Nacido en 2004 como festival de “acción mediática y entretenimiento radical”, para dar a conocer las prácticas que mezclan arte...

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Las mujeres serán las grandes protagonistas de The Influencers, un festival que pretende alumbrar las vertientes más oscuras de Internet y las redes sociales. La 14ªedición del evento, que arranca mañana en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), presenta, hasta el próximo sábado, un programa integrado casi exclusivamente por mujeres, artistas que trabajan en la intersección entre el arte, la tecnología y las nuevas culturas populares digitales.

Nacido en 2004 como festival de “acción mediática y entretenimiento radical”, para dar a conocer las prácticas que mezclan arte y activismo no convencional, con los años The Influencers se ha convertido en un buen foro donde se exploran los conflictos materiales y simbólicos de un presente que, según los organizadores del evento, se encuentra “al borde del colapso”.

‘Ruta turística digital’ del único hombre

El ubicuo artista Mario Santamaría (Burgos, 1985) es el único hombre que participa en The Influencers y lo hace con un proyecto producido expresamente por el festival, que para esta edición cuenta con un presupuesto de 35.000 euros. Santamaría propone el Barcelona Internet Tour, recorrido a medio camino entre la ruta turística, la performancey la denuncia, por las infraestructuras materiales de la red en la capital catalana, como la sede de Amazon o el Punto Neutro de Internet en Catalunya (CATNIX) de la Zona Franca, lugar de intercambio de tráfico de datos creado en 1999 para interconectar operadores de telefonía, proveedores de Internet y la comunidad científica catalana.

Un colapso que se materializa en aspectos característicos de la sociedad contemporánea, como la superabundancia de imágenes que se producen, se reciben y que, en definitiva, rodean y sumergen al ciudadano. Lo demuestran las encargadas de la sesión inaugural, Asia Bazdyrieva y Solveig Suess, fundadoras de Geocinema, un proyecto sobre cine, datos y territorio que analiza el entramado de cámaras, sensores y terminales de toda clase como si se tratara de un único dispositivo. Entre las participantes destaca también la tecnóloga estadounidense de origen chino An Xiao Mina, estudiosa de la función política de los memes, que abordará la comunicación viral en contextos de censura, como la propia sociedad china.

También despierta especial interés la artista iraní afincada en Nueva York Morehshin Allahyari, que trata las cuestiones de géneros en relación con el patrimonio cultural combinando narración poética y medios digitales. Otras ponentes, como la holandesa Femke Herregraven o la estonia Katja Novitskova, se encargarán de poner el foco en las zonas más oscuras de la red, revelando datos acerca de las estrategias algorítmicas relacionadas con la publicidad y la mercadotecnia, las políticas de la información, las mutaciones aceleradas de la cultura visual y el impacto de la tecnología en los imaginarios colectivos.

Además de las conferencias, como es costumbre el festival organizará actividades que desbordan los límites del propio CCCB como centro de arte, si bien en esta ocasión no son de carácter masivo, sino restringidas a pocas personas. Es el caso de El juego del Algoritmo, inspirado en el libro de Cathy O’Neil Armas de destrucción matemática (publicado en España por Capitán Swing), y de un taller sobre métodos de publicación descentralizadas en Internet, a cargo de PWR Studio.

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Identidades ficticias

 En cambio, estará abierta a todo tipo de público la Criptorave, un evento nocturno secreto organizado por el colectivo berlinés OMSK. La única condición para obtener las imprescindibles indicaciones para acudir es participar en un taller preparatorio donde conseguir una identidad ficticia. Por segundo año consecutivo, el festival se enmarca en el proyecto The New Networked Normal, una red europea que se dedica a investigar la capacidad del arte para alumbrar nuevas dinámicas sociales en la era de la vigilancia, los datos y la pérdida de la fe en la utopía tecnológica.

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