La Casa Asia busca sede tras sufrir un desahucio

Mientras el Ayuntamiento de Barcelona sigue buscando una nueva sede para la Casa Asia —la entidad que promociona la cultura y las relaciones institucionales con ese continente— al gobierno de Colau le llueven las críticas por la orden de desahucio que recae sobre la institución que no ha pagado el alquiler de sede desde hace dos años.

Casa Asia nació en 2001 fruto de un convenio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Gene...

Mientras el Ayuntamiento de Barcelona sigue buscando una nueva sede para la Casa Asia —la entidad que promociona la cultura y las relaciones institucionales con ese continente— al gobierno de Colau le llueven las críticas por la orden de desahucio que recae sobre la institución que no ha pagado el alquiler de sede desde hace dos años.

Casa Asia nació en 2001 fruto de un convenio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Barcelona. La primera sede de la institución fue en el Palacio Baró de Quadras pero el año 2013 se trasladó al pabellón San Manuel del recinto modernista del Hospital de Sant Pau. El impago de dos años de alquiler de la sede, más de 350.000 euros, ha culminado con una orden de desahucio.

El primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello culpa de la situación actual a los “incumplimientos” presupuestarios y la “pasividad” tanto del gobierno de Mariano Rajoy como de la Generalitat de Cataluña. Pisarello defiende que Casa Asia es una pieza fundamental para las relaciones entre el continente y la capital catalana por lo que el Consistorio baraja dos ubicaciones alternativas para que se traslade la entidad.

Pese a que los impagos se atribuyen a las administraciones supramunicipales, el concejal del PDeCAT en el Consistorio, Jordi Martí, recordó ayer que su grupo instó al equipo de Colau en julio de 2016 la situación de la entidad. Martí pidió al gobierno municipal que “no busque excusas ni se limite a señalar con el dedo acusatorio a las otras instituciones”, ya que “Colau y Pisarello tienen al menos una cuarta parte de responsabilidad”.