Los pantanos de Madrid recogen en 15 días el agua que consume la región en cuatro meses

A pesar de estos buenos datos, hay menos agua embalsada que el año pasado, advierte el Canal

Al marzo ventoso del refrán se le ha unido este año el adjetivo de lluvioso. Tanto ha llovido, que los pantanos de la región han batido marcas históricas en la captación de agua. Si en un mes de marzo completo entran una media de 120 hectómetros cúbicos, en tan solo 15 días se han conseguido 150, cantidad que equivale a lo que consume la región durante cuatro meses. Tres presas están desaguando ya para mantener los niveles de seguridad. A pesar de estos buenos datos, hay menos ...

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Al marzo ventoso del refrán se le ha unido este año el adjetivo de lluvioso. Tanto ha llovido, que los pantanos de la región han batido marcas históricas en la captación de agua. Si en un mes de marzo completo entran una media de 120 hectómetros cúbicos, en tan solo 15 días se han conseguido 150, cantidad que equivale a lo que consume la región durante cuatro meses. Tres presas están desaguando ya para mantener los niveles de seguridad. A pesar de estos buenos datos, hay menos agua embalsada que el año pasado, advierte el Canal.

Los 14 embalses de la Comunidad se encontraban a principios de marzo al 51% de su capacidad, 20 puntos por debajo de la media histórica (71,8%) en estas fechas. Las últimas lluvias han revertido la situación y han provocado una subida de un punto diario del agua embalsada, que ha alcanzado el 65,2% en 15 días (616,4 hectómetros cúbicos). Las previsiones meteorológicas a corto plazo apuntan a que la lluvia seguirá mojando la región, de forma que la situación continuará mejorando. Las lluvias ya han provocado que se inicie el desagüe de tres de los pantanos de la región: Navalmedio, Puentes Viejas y El Vado, todos de pequeña capacidad. “Cada uno de los embalses tiene una cuota de resguardo, de tal forma que no se pueden llenar por completo porque hay que dejar hueco en otoño y primavera por si llega una avenida”, señala Belén Benito, directora de Operaciones del Canal de Isabel II.

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Cuando el agua almacenada alcanza ese punto, se saca por los aliviaderos o se abren compuertas para hacer un vertido controlado. “Siempre es una cantidad inferior a la que llega desde el río”, añade Benito. Ese margen permitiría avisar a la población, además de a los equipos de emergencia y prevención de inundaciones, en caso de que se produjera alguna avenida de agua. En momentos como este, los técnicos miden las cotas de los pantanos con mayor frecuencia de la habitual.

“En Madrid tenemos la suerte de que existen muchos embalses comunicados”, explica la directora de Operaciones de la empresa pública. El agua que se vierte desde una presa llega a las que se encuentran aguas abajo. Es el caso del embalse de Puentes Viejas, situado en el valle del Lozoya, donde el volumen desaguado se dirige hacia el pantano de El Atazar, en el que se embalsa casi el 50% del agua de la región. Ocurre lo mismo en el pantano de Navalmedio (Cercedilla), que conecta con el de Valmayor. El único de los tres abiertos que vierte fuera de la red es El Vado.

El último periodo de sequía no afectó de forma tan importante a Madrid como a otras partes de España. La situación permitía al Canal no estar “demasiado preocupado, pero sí prevenido”, lo que lo llevó a poner en marcha una campaña de comunicación. Porque, recuerda Benito, los datos estadísticos del Canal tomados desde 1914 demuestran que las aportaciones (la cantidad de agua procedente de la lluvia que llega a los embalses) está disminuyendo.

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