La CUP condiciona su apoyo a Puigdemont a que asuma responsabilidades en el caso Palau

Los anticapitalistas vincularán su respaldo a una investidura a que el PDeCAT pida perdón

Los cuatro diputados electos por la CUP, Maria Sirvent, Vidal Aragonés, Natàlia Sánchez y Carles Riera, en una rueda de prensa.Joan Sánchez (EL PAÍS)

La CUP ha afirmado este martes por la tarde que puede condicionar un eventual apoyo a la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat a que, como dirigente del PDeCAT, asuma responsabilidades por el caso Palau después de la sentencia que condena a la antigua Convergència por el cobro de comisiones ilegales a pagar 6 millones y medio de euros. Núria Gisbert, portavoz de los anticapitalistas, ha sostenido que para la CUP la lucha contra la corrupción es un eje "transversal". "Es imprescindible...

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La CUP ha afirmado este martes por la tarde que puede condicionar un eventual apoyo a la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat a que, como dirigente del PDeCAT, asuma responsabilidades por el caso Palau después de la sentencia que condena a la antigua Convergència por el cobro de comisiones ilegales a pagar 6 millones y medio de euros. Núria Gisbert, portavoz de los anticapitalistas, ha sostenido que para la CUP la lucha contra la corrupción es un eje "transversal". "Es imprescindible dar explicaciones en términos políticos y éticos. Puigdemont no puede correr un tupido velo", ha advertido. "El mejor favor que puede hacer es que se empiece esta nueva etapa sin rastro de corrupción isquémica. Hay que hacer borrón y cuenta nueva".

La CUP no estará en la Mesa

Los anticapitalistas han señalado que en principio no integrarán la Mesa del Parlament después de que ni Junts per Catalunya ni Esquerra les hayan ofrecido un puesto que se ajustara a su propuesta: estar en la Mesa sin pedir nada a cambio aunque con voluntad de materializar la República.

En una comparecencia de prensa en el Parlament, Gisbert ha señalado que el caso Palau ha sido un paradigma de "corrupción" que engloba la "codicia, la financiación irregular y la especulación". La portavoz ha planteado los tres pasos a dar que opina que deben dar los convergentes: primero pedir disculpas, después reparar los daños cometidos —es decir, la devolución de la suma cobrada— y, por último, fijar las medidas para que no vuelva a repetirse un caso igual. La portavoz ha agregado que el asunto no se resuelve con un simple "cambio de nombre" —PDeCAT por CDC— y ha apuntado que Junts per Catalunya ha heredado los "privilegios" en términos electorales de los convergentes.

Tras abominar del "capitalismo de amiguetes" que, en su opinión, alcanzó a la mayoría de fuerzas políticas, desde las que conformaron el Tripartito hasta la FAES, Gisbert ha señalado que el caso Palau ha abierto una "herida gigante" y "hay que hacer limpieza". "Si queremos dar solidez y transparencia tiene que haber una garantía de corrupción cero", ha insistido recordando que la CUP actúa en muchos casos de acusación popular y lamentando la "impunidad" con que se zanjan muchos casos de corrupción. "Muchos casos acaban en indulto o rebajas de penas".

La decisión de la CUP supone un inconveniente más para Puigdemont después de que el informe de los letrados del Parlament no abriera la puerta a que puedan votar los cinco diputados de Bruselas, entre ellos el expresident. Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, ha recordado que la lista del president es una coalición entre Convergència y el PDeCAT. "Para una cosa son Convergència y para otras, no", ha criticado la diputada. "Que se olvide de ser presidente: está huido, ha perdido las elecciones y se ha presentado en una lista condenada".

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