El Consistorio insiste en que no habrá sobrecoste en el retraso de Glòries
La obra debía terminar en mayo de 2017, pero no estará finalizada hasta finales de 2018
La empresa municipal Bimsa, encargada de la ejecución de las obras del Ayuntamiento de Barcelona, insiste en que el retraso en las obras del túnel de la Gran Via a su paso por Glòries no tendrá sobrecoste. Una obra licitada por 60 millones que debía estar lista en mayo de 2017 pero que no podrá inaugurarse, si todo va bien, hasta finales de 2018.
El motivo del retraso es que será necesario perforar a mayor profundidad de la prevista, un metro y medio, por lo que hay que hacer de nuevo los cálculos. Ad...
La empresa municipal Bimsa, encargada de la ejecución de las obras del Ayuntamiento de Barcelona, insiste en que el retraso en las obras del túnel de la Gran Via a su paso por Glòries no tendrá sobrecoste. Una obra licitada por 60 millones que debía estar lista en mayo de 2017 pero que no podrá inaugurarse, si todo va bien, hasta finales de 2018.
El motivo del retraso es que será necesario perforar a mayor profundidad de la prevista, un metro y medio, por lo que hay que hacer de nuevo los cálculos. Además, será necesario reforzar, también más de lo previsto, los túneles ferroviarios debajo de los que se perforará el suelo, porque están en una “situación realmente precaria”, afirmó ayer el director general de Bimsa, Ángel Sánchez. Por debajo de la plaza y por encima del túnel pasan cuatro túneles de tren y metro.
Con todo, durante la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento tanto él como la concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, aseguraron que el retraso no tendrá sobrecoste. La obra se adjudicó por 60 millones y habrá un modificado de 12 millones que no superará los 98 millones totales que prevé el presupuesto municipal. Esta fue la confusa explicación que facilitó Sánchez. Los grupos criticaron las enrevesadas explicaciones y dudaron de que realmente no exista sobrecoste.
Durante la comisión, se aprobó la pospuesta de la CUP de encargar una auditoría técnica y económica del proyecto por las complicaciones surgidas; y también, como pedían PP y ERC, que se convoque la comisión de seguimiento de las obras de la plaza para informar del retraso y de sus consecuencias.
El otro gran tema de la comisión fue la supermanzana del Poblenou, el controvertido proyecto piloto implantado en nueve manzanas de la trama urbana de Cerdà en las que se ha restringido al mínimo el tráfico de vehículos. La propuesta de CiU de realizar una consulta vecinal sobre su conveniencia fue rechazada con los votos del gobierno, ERC y la CUP. CiU, que no hizo ninguna consulta durante su mandato, tachó de “chapuza” la supermanzana.