Lirismo para corear

El cuarteto murciano eclosiona con un llenazo en El Sol ante un público que ya ha interiorizado sus letras pasionales y torturadas

Cuatro chavales murcianos, con trabajillos peor que reguleros (por aquello de independizarse), invierten las tardes en un local de ensayos soñando canciones para volar muy, muy lejos. La historia tiene algo de arquetípico, pero retrata bien la idiosincrasia de Viva Suecia, cuarteto con apenas dos años de rodaje que el sábado se marcó un llenazo en El Sol, el primer hito en su trayectoria. Llegarán otros mayores, sospechamos. Porque no son originales, pero sí brillantes. Y disponen de un cantante, Rafa Val, de voz nítida, bella y poderosa, un detalle al que los correligionarios indies no prestan siempre la debida atención.

Los arpegiados narcóticos o esas seductoras letras de lirismo intenso y torturado son santo y seña de estos jóvenes hirsutos. Hasta ahora, su tema inaugural, incluye la frase "Me paso la vida envejeciendo", tan brillante como para lucir en camisetas y estados de guasap. Y Los años, que sonó por partida doble (por ahora solo hay un LP, La fuerza mayor), encierra un dramatismo muy seductor. Eso de "Con los años, lejos de aprender, nos apuñalamos" suena a aprendizaje amargo que más de uno, incluso con acta de diputado, podría aplicarse este fin de semana.

El factor murciano ha pro...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los arpegiados narcóticos o esas seductoras letras de lirismo intenso y torturado son santo y seña de estos jóvenes hirsutos. Hasta ahora, su tema inaugural, incluye la frase "Me paso la vida envejeciendo", tan brillante como para lucir en camisetas y estados de guasap. Y Los años, que sonó por partida doble (por ahora solo hay un LP, La fuerza mayor), encierra un dramatismo muy seductor. Eso de "Con los años, lejos de aprender, nos apuñalamos" suena a aprendizaje amargo que más de uno, incluso con acta de diputado, podría aplicarse este fin de semana.

El factor murciano ha propiciado comparaciones con Nunatak o Neuman, pero por universo, timbre vocal y excelencia andan Viva Suecia mucho más cerca de The New Raemon. Hubo un guiño a Deluxe al término de La novena vez, y esos arrebatos de adrenalina con la vena inflamada (la letanía "Nada es inmortal" que cierra Efe Efe) remiten inevitablemente a Vetusta Morla. La lectura de Vidas cruzadas (Quique González), bien: con más personalidad propia que mimetismo. Tuvimos que aguantar a más de un charlatán grosero, pero también percibimos la magia de los primeros coreos, esa excitación hasta ahora inédita de que el público conoce, interioriza y proyecta unas letras recién asumidas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En