Palabras y humor para superar las crisis

Mientras que los monólogos actuales tienden a basarse por lo que general en el humor para provocar la risa fácil de su público; en grandes novelas como Cinco horas con Mario o La plaza del Diamante, el monólogo es una liberación. A caballo entre la vertiente cómica y los potentes personajes femenino...

Mientras que los monólogos actuales tienden a basarse por lo que general en el humor para provocar la risa fácil de su público; en grandes novelas como Cinco horas con Mario o La plaza del Diamante, el monólogo es una liberación. A caballo entre la vertiente cómica y los potentes personajes femeninos de estas obras atemporales se encuentra la protagonista de Exacte. El món com no és, interpretada por Gemma Martínez, que acompañada al piano por Paula Sendim, se estrena hoy en el Maldà de Barcelona.

La protagonista, a la que se le han roto sus esquemas, quizá por una ruptura de pareja o la crisis generacional, realiza sobre el escenario un viaje emocional para gestionar estos cambios vitales. “Lo más gracioso es la seriedad con la que mi personaje se toma su situación”, indica Martínez. Por este motivo, decide escribir una carta dirigida a sí misma que leerá en un futuro para recordar la intensidad de esos momentos en los que parece tan difícil encontrar una manera de recomponerse. “La idea es identificar el patetismo en este tipo de circunstancias y reírse de uno mismo”, señala Sendim, que compone la parte instrumental e interpreta las canciones que jalonan la obra.

Durante 65 minutos, Martínez se dirige a la pianista como si se tratase de un personaje más dentro de su cabeza, como en un sueño. “Al ser un monólogo sobre el flujo mental puede llegar a ser muy abstracto, y por eso es importante el contrapunto musical”, explica la dramaturga Lara Sendim, que debuta como directora, tras participar en guiones de series de televisión tan conocidas como Ventdelplà, El cor de la ciutat o La Riera. En 2009 estrenó L’Ocell del Pànic y en 2012 Marla Singer como textos de lectura dramatizada. “Esta es la primera vez que escribo y dirijo una obra”, remarca.

Igual que le ocurre a la protagonista, la directora utilizó la escritura como catarsis: “A nivel personal, me encontré con una sensación que quería fijar por si era útil en otro momento”. “Cuando Martínez leyó el texto, me dijo que la protagonista le había recordado a una ratita de laboratorio que se centra tanto en correr en su rueda que no se da cuenta de que la mejor salida es bajarse de ella”, explica la directora de la obra que podrá verse hasta el 28 de agosto. “De todo se puede salir y no hace falta sufrir tanto”, opina la actriz.

El Maldà, abierto en verano

Aunque la temporada oficial se presentará a partir del 8 de septiembre, el Maldà ha programado una obra teatral que “encaja con el final de las vacaciones”, así como la prórroga de Shaking Shakespeare, que tendrá cinco funciones del 29 de agosto al 2 de septiembre. El musical, dirigido por Moisès Maicas, reformula al personaje de William Shakespeare en un espectáculo coral y festivo que se inspira en sus obras y textos. En esta ocasión, el dramaturgo universal será interpretado por la actriz y cantante Maria Cirici para hacer un repaso sobre su influencia en la música, desde la época isabelina hasta nuestros días. “Shakespeare es una especie de calidoscopio del alma”, ha afirmado Maicas.

El tenor Josep Fadó ideó el musical con Sheila Garcia y el director, que realizaron el concepto de una obra con 10 intérpretes. Esta ya es la segunda reposición de Shakins Shakespeare, que volvió al Maldà en junio tras el éxito que obtuvo en Navidad. Aunque esta vez Fadó no estará presente, Maicas ha considerado que contar con The Hanfris Quartet y The Sing Song Sisters en el apartado musical –además del pianista Paul Perera- ha sido un acierto: “Vocalmente contrastan tesituras y timbres muy diferentes”.