Una madre acepta cuatro años por tirar a su bebé por la ventana

Dio a luz en el inodoro del baño tras ocultar el embarazo a la familia. El pequeño sobrevivió

Una joven de 24 años de O Rosal (Pontevedra), que tiró a su bebé prematuro por la ventana tras dar a luz, aceptó este martes ante un tribunal de la Audiencia de Pontevedra una condena de tres años y nueve meses de prisión y a cumplir una orden de alejamiento de su hijo durante otros cinco como autora de un delito de intento de asesinato.

La Fiscalía de Pontevedra alcanzó el pasado 2 de mayo un acuerdo de conformidad con la acusada que hoy reconoció los hechos ante el tribunal de la Sección Segunda en una vista donde no hubo testigos ni forenses, y a la que se le aplicó la atenuante de a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una joven de 24 años de O Rosal (Pontevedra), que tiró a su bebé prematuro por la ventana tras dar a luz, aceptó este martes ante un tribunal de la Audiencia de Pontevedra una condena de tres años y nueve meses de prisión y a cumplir una orden de alejamiento de su hijo durante otros cinco como autora de un delito de intento de asesinato.

La Fiscalía de Pontevedra alcanzó el pasado 2 de mayo un acuerdo de conformidad con la acusada que hoy reconoció los hechos ante el tribunal de la Sección Segunda en una vista donde no hubo testigos ni forenses, y a la que se le aplicó la atenuante de arrepentimiento y el agravante de parentesco con la víctima.

La acusación pública concluyó que en el momento de los hechos la madre “se encontraba en un estado de nerviosismo y shock emocional como consecuencia de su percepción del entorno y de la falta de planificación del embarazo que afectaba a su capacidad intelectiva y volitiva, aunque sin anularlas”, según se desprende de varios de los informes forenses emitidos.

La investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Tui relata los hechos en torno a las cinco de la madrugada del 29 de julio de 2014, cuando la joven, que entonces tenía 22 años, dio a luz, sola, a un varón en el inodoro del baño del segundo piso donde vivía con sus padres, tras un embarazo que había ocultado a su familia, amigos y al propio padre del menor, por temor al rechazo familiar y social, según ella misma declaró en el juzgado.

Fue el padre el que descubrió a su hija en medio de un charco de sangre y alertó a los servicios de emergencia que la trasladaron junto a su bebé a un centro hospitalario de Vigo. Posteriormente, ella fue ingresada en la unidad de psiquiatría.

El escrito de acusación del fiscal, Óscar Vladimir Vallejo, señala que “una vez nacido el niño (ser indefenso por su propia condición), la acusada, con intención de acabar con su vida y ocultar el nacimiento a todo el mundo, arrojó al menor desde la ventana de su dormitorio”. El bebé cayó desde una altura de unos 2,40 metros que hay entre el alfeizar de la ventana hasta el suelo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El niño ha sobrevivido a las lesiones que sufrió como un traumatismo cráneo encefálico de alta intensidad con fractura parietal izquierda, así como varios hematomas y anemia neonatal de la que tardó en recuperarse tras casi un año de asistencia médica. Los facultativos han acreditado que en la actualidad “tiene un adecuado desarrollo físico y psicomotor y no se aprecian secuelas físicas ni neuronales”.

El acuerdo de la madre con la fiscalía contempla la privación de la patria potestad de esta sobre el menor y la prohibición de que pueda comunicarse con su hijo los próximos cinco años o aproximarse a él, a su domicilio o centro escolar a una distancia inferior a 200 metros. Una medida cautelar de alejamiento que ya fue adoptada por el juzgado de Tui que instruyó el caso en un auto emitido el 30 de julio de 2014. Además, el padre del niño ha renunciado a toda indemnización económica que le pudiera corresponder por parte de la madre.

Archivado En