Condena de seis años por traficar con un kilo de heroína
La Audiencia de A Coruña envía a prisión a los seis acusados de participar en el envío desde Madrid a Galicia y les impone multas de tres millones de euros
La Sección Primera de la Audiencia de A Coruña ha condenado a seis presuntos traficantes de heroína (la mayoría en edades comprendidas entre 35 y 40 años) que participaron en el transporte de Madrid a Galicia de un kilo de esta sustancia en 2014. La sentencia –que será firme si no recurren al Tribunal Supremo- impone a cada uno de los acusados idénticas penas de seis años de prisión y multa de 500.000 euros, el doble del valor de la droga que apenas superaba el 60% de pureza.
La Sala desestimó todos los alegatos de las defensas que pidieron la nulidad de las escuchas, ordenadas por un j...
La Sección Primera de la Audiencia de A Coruña ha condenado a seis presuntos traficantes de heroína (la mayoría en edades comprendidas entre 35 y 40 años) que participaron en el transporte de Madrid a Galicia de un kilo de esta sustancia en 2014. La sentencia –que será firme si no recurren al Tribunal Supremo- impone a cada uno de los acusados idénticas penas de seis años de prisión y multa de 500.000 euros, el doble del valor de la droga que apenas superaba el 60% de pureza.
La Sala desestimó todos los alegatos de las defensas que pidieron la nulidad de las escuchas, ordenadas por un juzgado de Ribeira que instruyó la causa, y la absolución de los acusados, aunque rebajó la calificación del fiscal que había solicitado penas de ocho años de cárcel y 850.000 euros de multa para cada uno de los procesados.
La sentencia recoge como hechos probados que Alberto Román Casanova, con residencia en Madrid y antecedentes por un delito de atentado, otro de narcotráfico y tenencia de armas, organizó el traslado de la partida de heroína desde la capital hasta Galicia y contó con la colaboración de otras seis personas de las que solo una fue absuelta en este proceso. A través de teléfonos móviles primero contactó en Pontevedra con Óscar Ríos Bouza y Manuel Moa Firvida, también con antecedentes penales, conversaciones que fueron interceptadas por la policía.
Para llevar a cabo el transporte y distribución, Alberto Román comisionó a su hermano Bernardo, sin antecedentes penales, y a otro colaborador, José Antonio Rodríguez Rosa, condenado por un delito contra la seguridad vial. A Bernardo y a José Antonio se les asignó el transporte de la droga desde Madrid donde alquilaron un coche en el aeropuerto de Madrid-Barajas para hacer el trayecto hasta la provincia de A Coruña. Ya con la heroína a bordo emprendieron viaje escoltados por otro vehículo también alquilado que conducía otro de los acusados, Francisco Javier González Conde, condenado en tres ocasiones por seguridad vial y lesiones.
El plan era descargar la droga en Ferrol y para ello recibían instrucciones vía telefónica de Alberto Román, que les indicó que esperaran en un bar del polígono de Río do Pozo, en Narón. A este punto acudieron Óscar Ríos, Manuel Moa y el acusado de nacionalidad portuguesa, Rafael Gabarris, a los que les entregaron la droga; una bolsa con cuatro paquetes rectangulares, envueltos con cinta adhesiva transparente, que contenían un total de 1.965 gramos de heroína, con un índice de pureza del 64 y cuyo valor en el mercado ilícito era de 249.999 euros.
Con la heroína en su poder, Manuel Moa de piloto y Gabarris de acompañante, se apresuraban a salir del recinto cuando un coche de la policía les cortó el paso. Entonces, el conductor hizo una maniobra de evasión impactando con una señal viaria y después emprendió la fuga mientras su compañero arrojaba por la ventanilla la bolsa con la heroína.
Perseguidos por otros dos vehículos oficiales con sirenas y lanzadestellos, Manuel Moa –que no tenía carné de conducir por la pérdida de todos los puntos- pisó el acelerador hasta alcanzar los 130 kilómetros por hora en una zona limitada a 50 y durante tres kilómetros de recorrido sorteando coches y peatones. Así llegó hasta una carretera estrecha donde se encontró rodeado por los coches policiales que le seguían desde Aldeas Forxas (Narón) y fueron detenidos.
Minutos después eran interceptados Francisco Javier en dirección As Pontes y Óscar Ríos cuando se dirigía a Oleiros, y horas más tarde, la Policía también detenía a Alberto Román cuando regresaba a Madrid desde Benavente al volante de un Jaguar, y a su hermano Bernardo y a su acompañante, José Antonio Rodríguez, de regreso a Madrid. La sentencia, sin embargo, absuelve a Óscar Ríos -que se encuentra en la prisión de Bonxe cumpliendo condena por otra causa- al no haber podido acreditar el tribunal su participación en el envío de esta partida de droga.