El final de la inocencia

Robles, duelo al sol, coproducido por RTVE, se presentó en el pasado Festival de Málaga y hoy a las 20.30 se estrena en los cines Princesa de Madrid. Es la reconstrucción de la desaparición y posterior asesinato de José Robles, un profesor español de la Universidad John Hopkins de Baltimore, durante la Guerra Civil.

 Se vale para ello del nieto del escritor John Dos Passos, que viaja en 2013 a España intentando atar los últimos cabos de una muerte nunca aclarada del todo. Dos Passos (Chicago, 1896-1970) es un autor clave de la llamada ...

Robles, duelo al sol, coproducido por RTVE, se presentó en el pasado Festival de Málaga y hoy a las 20.30 se estrena en los cines Princesa de Madrid. Es la reconstrucción de la desaparición y posterior asesinato de José Robles, un profesor español de la Universidad John Hopkins de Baltimore, durante la Guerra Civil.

 Se vale para ello del nieto del escritor John Dos Passos, que viaja en 2013 a España intentando atar los últimos cabos de una muerte nunca aclarada del todo. Dos Passos (Chicago, 1896-1970) es un autor clave de la llamada lost generation, la generación que empieza a publicar alrededor de la I Guerra Mundial. “Intentamos replicar la visita final de su abuelo a España. Aquel momento de 1937 en que llega para rodar el documental Tierra de España. Ya es consciente de que algo muy grave le ha pasado a su gran amigo Robles y empieza a indagar”, cuenta su directora, Sonia Tercero.

Pero bajo esa trama casi policiaca subyace la idea del peligro que corren aquellos tan comprometidos con sus ideas como incapaces de someterse ciegamente a una ideología. “Creo que Dos Passos, cuando descubre lo que le ha pasado a su amigo, se asusta y se decepciona. Es el inicio de su cambio político”, dice Tercero.

Dos Passos amaba España desde su juventud. Un encuentro casual entre Robles, un joven profesor, y el escritor en un tren a Toledo, en 1915, cuando eran dos veinteañeros de izquierdas fue el inicio de una amistad fraternal.

Dos Passos recomienda a Robles como profesor a la Universidad John Hopkins. En ese oasis intelectual que permitía simpatizar con los movimientos revolucionarios sin pertenecer a la ortodoxia Robles pasa 16 años. Casado con una sobrina del socialista Besteiro, es un ferviente republicano. En Baltimore se convierte en el traductor de Manhattan Transfer, la gran obra de Dos Passos. Allí nace su segunda hija.

El golpe militar de julio de 1936 pilla a Robles en Madrid de vacaciones y se queda de voluntario, como traductor del Gobierno. Durante los primeros meses la guerra parece una aventura para el mismo Dos Passos, su camarada Hemingway, Cappa o Saint-Exupéry, con los que Robles trabaja. Alojados en el Hotel Florida, en Gran Vía, los corresponsales asisten al sitio de la ciudad viendo las posiciones franquistas desde el edificio de Telefónica. “Hay quien dice que lo pasaban en grande”, cuenta la directora.

Trailer del documental.

Todo cambia muy rápido. En octubre de 1936 la situación de Robles ya es incierta. Se sospecha de ese intelectual sin filiación política. Interviene a favor de su hermano, militar encarcelado cuya obsesión es unirse a los fascistas. Al parecer ese es su error final. Abandonado por los círculos de poder, es trasladado a Valencia. En noviembre es detenido en su casa y desaparece. Para siempre.

Lo que no se sabe

Dos Passos vuelve en 1937 para rodar un documental a favor de la República. “Llegué a España en torno a la fecha de su muerte”, escribiría más tarde. Nada tiene sentido en la desaparición de Robles. Nadie parece saber nada. Dos Passos se obsesiona. Se señala a anarquistas descontrolados, asesores rusos, el Gobierno… Sus indagaciones le llevan a enfrentarse con Hemingway, que le reprocha que dañan a la causa. Su amistad nunca se recuperará.

 Con la desaparición, la viuda y los hijos de Robles están en una situación desesperada. Dos Passos, que entendía la amistad como un compromiso vital, les ayuda. Presiona para que el hijo mayor de Robles, soldado de la República condenado a muerte, sea indultado. Incluso intenta adoptarle. En 1944 es liberado.

Terminada la guerra, confirmar el destino de Robles pasa a ser un asunto práctico. Sin un certificado de defunción no es posible cobrar el seguro de vida. Dos Passos consigue un documento del Gobierno de la República en el exilio que confirma la muerte de su amigo. No hay un relato de lo que ocurrió y la causa suena ridícula: “Accidentes de guerra”.